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DÍA 3 DE 7

“ Regala una Biblia “

Tomás Guzmán es un futbolista paraguayo que llegó a jugar en la Juventus de Turín (Italia). Dios le dio una capacidad especial no solo para el deporte, sino también para ayudar a sus compañeros. El es uno de los fundadores del grupo Atletas de Cristo en Italia, siempre con el deseo de compartir la Palabra de Dios a todos.

Uno de los primeros versículos de la Biblia dice: «Y dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz» (Génesis 1:3). La Palabra de Dios fue la que hizo que surgiese el mundo. Dios habló y, por su pura energía creadora, el mundo fue. La Biblia nos enseña que fue la Palabra del Creador la que derrochó la energía suficiente para que todo surgiese de la luz, de su propia esencia, porque Dios es luz. Es impresionante ver como los investigadores de los diferentes campos de la ciencia han descubierto recientemente que la luz es la base de todo. Cualquier tipo de avance físico o médico, incluso en las llamadas originalmente «autopistas de la información» (para mí sigue sonando mejor que la palabra Internet) está basado en las cualidades de la luz. Hace tres mil años que Dios lo había dejado escrito en su Palabra.

Juan, en el primer capítulo de su libro, escribe: «En él [La Palabra, Cristo] estaba la vida, y la vida era la luz de todos los hombres» (Juan 1:4). Si no hay luz, no hay vida. El Señor Jesús, Dios hecho hombre, es la Luz y la Vida con mayúsculas. Esa es una de las razones por las que la Biblia lo presenta como la Palabra de Dios encarnada, porque Jesús es en esencia las tres cosas: Palabra, Luz y Vida.

Ese mismo proceso de la Creación (Dios hablando y haciendo que surja la luz) es el que se da en cada persona que recibe a Cristo en su vida. Así de sencillo. Jesús lo explicó de una manera muy directa al decir que la única manera de llegar al reino de los cielos es nacer de nuevo, de «arriba». Pablo explicó ese proceso: «Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandecerá la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo» (2 Corintios 4:6). Dios brilla en nuestro corazón por medio de Aquel que es la Palabra, la Luz y la Vida al mismo tiempo (¿recuerdas?) y su rostro hace que esa luz ilumine nuestros ojos. Un niño lo explicó diciendo: «Dios nos sonríe, y cuando le vemos sonreír, nos regala la vida».

Todos podemos formar parte de ese proceso: cuando regalamos una Biblia y la persona que la recibe comienza a leerla, estamos dando el primer paso para una nueva creación. La Luz llega al corazón de nuestro amigo o amiga y de esa Luz surge la Vida. El Espíritu de Dios se encarga de todo (¡gracias a Dios nosotros no tenemos nada que ver con todo eso!), y ese mismo Espíritu, que vive en los que creemos en él, es el que nos anima de mil maneras diferentes para que hablemos del Señor a todos.

Si quieres ser parte de la creación de una nueva vida ayudando a que la Luz resplandezca en tu familia, tus amigos, vecinos o conocidos, incluso en esa persona con la que has hablado solo unos minutos hoy y a la que quizá no vuelvas a ver... Si quieres que su vida se llene de Luz y te lo agradezca «eternamente» (¡siempre mejor dicho!), regálale una Biblia.

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Acerca de este Plan

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Este es un libro devocionales para todo el año, con lecturas especializadas en la acción, los retos, el desempeño y la emoción del deporte actual. Encontrarás: Una guía de lectura bíblica diaria, la historia de un deportista o equipo deportivo destacado a nivel mundial, una frase clave para reflexionar, y una oración sugerida para enfocar el espíritu en la obra del Señor.

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Nos gustaría agradecer a Our Daily Bread por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://nuestropandiario.org