El corredor y el luchador 

Por Danny Saavedra

“...quedándose solo. Entonces un hombre luchó con él hasta el amanecer. Cuando ese hombre se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, lo tocó en la coyuntura de la cadera, y esta se le dislocó mientras luchaban…”.– (Génesis 32:24–25 NVI).

¿Alguna vez participaste en una competencia de lucha? ¡Te sorprenderás al saber que en la Biblia hay un combate de lucha! 

¿Sabes? Había un hombre llamado Jacob que durante toda su vida escapaba corriendo de sus problemas. Cuando las cosas se complicaron con su hermano Esaú, él escapó corriendo. Cuando tuvo un problema con su tío Labán, salió corriendo. En vez de pedir la ayuda de Dios, él salía corriendo. 

Luego sucedió algo que realmente asustó a Jacob. Se enteró que su hermano y un ejército de 400 hombres salían a su encuentro. ¿Qué crees que hizo? Se preparó para correr otra vez. Pero Dios tenía un plan diferente para Jacob. Dios luchó con Jacob y le dislocó su cadera. 

Debes estar pensando: “¿Por qué haría Dios algo así?”. Dios no quería que Jacob siga huyendo, quería que confíe en Él, como lo hicieron Abraham e Isaac. 

Entonces Dios le dió a Jacob un nuevo nombre, Israel, que significa “guiado por Dios”. Jacob, ahora llamado Israel, decidió tener fe en Dios y dejar de correr y de hacer las cosas a su manera. Cuando estamos afrontando un problema, cuando tenemos miedo, cuando no estamos seguro de lo que debemos hacer… Dios quiere que vayamos a Él y le pidamos ayuda. Quiere que seamos como Israel, no como Jacob.