Que nada te impida crecerEjemplo

Libertad

Gálatas 5.13

13 Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor.

El llamado de Dios a ser libres es una de las bendiciones que Él nos da por medio de la gracia. Libres para servir, para adorar, para hacer la voluntad del Padre. 

En pleno siglo 21, todavía encontramos países en donde hablar de Cristo es una sentencia de muerte. Aun así, los que están comprometidos con el evangelio arriesgan sus vidas, porque han entendido que la verdadera libertad se encuentra en servir a Dios, cueste lo que les cueste. Porque han entendido que servir a Dios no es perder, es una ganancia absoluta y es un verdadero privilegio. Nada de lo que hacemos para Dios será en vano, porque la justicia de Dios nos cubrirá y recibiremos paz y seguridad en todo lo que hagamos. Incluso la Biblia nos muestra múltiples acontecimientos en los que los apóstoles se enfrentaron a situaciones difíciles hasta la muerte, por la causa de Cristo. 

En la mayoría de los países en occidente somos libres de anunciar las buenas nuevas de salvación, por lo que debemos asumir con valentía esa oportunidad maravillosa y llevar el evangelio a todos. La expectativa que Dios tiene de sus hijos es que aprendamos de nuestras vivencias en Él para hablar a otros. Al madurar en la fe entendemos que ser libre no es un permiso de hacer todo lo que la carne quiere ni lo que invade nuestros pensamientos. Ser libre según la palabra y de acuerdo con la expectativa de Dios es recibir la revelación de todo lo que podemos hacer en Dios y para Dios. Jesucristo nos mostró cómo se vence para ser verdaderamente libres, desde la cruz nos enseñó que la obediencia y darle a Dios el primado para cumplir su propósito rasgan el velo de la esclavitud en la que el pecado nos mantiene. Seamos libres... verdaderamente libres para servir, para amar, para llevar las buenas nuevas de salvación.

¿De qué te liberó Dios? ¿Cómo usas tu libertad en servicio a Dios?

Oración de liberación

Señor Jesús, cuando fuiste a la cruz a morir por nosotros pagaste el precio de nuestra libertad. Te damos gracias por librarnos del pecado, del miedo, de la injusticia, de la muerte. Queremos vivir en tu libertad, en el nombre de Jesús Amén.