El valor terapéutico del perdónMuestra
El perdón nos ayuda a mantener las relaciones sanas
El perdón también ayuda a mantener las relaciones interpersonales sanas, de allí el llamado de la palabra de Dios a perdonarnos mutuamente. Sin el perdón las relaciones interpersonales se tornarían conflictivas; una carga difícil de sobrellevar. No existen relaciones sanas sin el perdón. Sin el perdón las relaciones están condenadas a la enemistad, la indiferencia, o la desintegración de los lazos. El perdón es la respuesta más terapéutica que hay para mantener relaciones saludables. El perdón, pues, brinda una oportunidad para la restauración, la reconciliación y la sanidad de las relaciones.
Por eso las personas que valoran las relaciones sanas, funcionales y duraderas practican el perdón, como una vía para manejar los conflictos, zanjar las diferencias, tratar con el dolor de las heridas abiertas y restaurar la relación cuando ésta ha sido estropeada.
El énfasis de Colosenses 3:13 es soportándoos y perdonándoos como vía para mantener las relaciones sanas y funcionales. Estas son dos acciones que necesitan ir juntas. No se puede ser soportador si no se es perdonador. La idea implícita es la de tolerarse y soportarse mutuamente practicando el perdón. Las fricciones y quejas en las relaciones humanas son inevitables. Pero el apóstol Pablo expresa que no podemos rehusar o desechar las relaciones con otros, simplemente porque ellas ocasionan dolor, o dan lugar a conflictos; por lo que necesitamos aprender a sobrellevarnos los unos a los otros, y estar dispuestos a perdonar cuando se generen desavenencias y ofensas. Ese es el modelo que Dios estableció en Cristo Jesús: De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Jesús exhorta a sus seguidores a asumir la responsabilidad de soportarse y perdonarse mutuamente como un ejercicio terapéutico continuo.
- ¿Optas por perdonar como una vía para mantener tu vida personal y tus relaciones saludables?
Escrituras
Acerca de este Plan
El perdón es tal vez la doctrina más fundamental de la Biblia. Es también una de las enseñanzas más reiteradas en la palabra de Dios. El perdón no es un concepto superficial, ni una simple práctica religiosa, ni una mera reflexión ética y filosófica, ni tampoco una técnica terapéutica. Es mucho más que la sumatoria de esas perspectivas, y toca y compromete lo más hondo e íntimo del ser humano.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/