El valor terapéutico del perdónMuestra
El perdón es tal vez la doctrina más fundamental de la Biblia. Es también una de las enseñanzas más reiteradas en la palabra de Dios.
El perdón no es un concepto superficial, ni una simple práctica religiosa, ni una mera reflexión ética y filosófica, ni tampoco una técnica terapéutica. Es mucho más que la sumatoria de esas perspectivas. El perdón es un proceso que toca y compromete lo más hondo e íntimo del ser humano.
Desde la perspectiva bíblica el perdón conlleva la idea de “liberar”, “enviar lejos” o “soltar”. La palabra griega que a menudo se traduce como perdón se usó para indicar liberación de un oficio, obligación, matrimonio, deuda o castigo. Por tanto, en términos bíblicos, el perdón es la cancelación voluntaria y por amor de una deuda.
El perdón es una decisión personal, en la que se suelta la ofensa y el agravio, renunciando a los sentimientos de resentimiento y a los deseos de venganza. Esta acción se convierte en un proceso liberador, que genera un efecto sanador, que tiene el potencial de traer restauración a las personas involucradas, y dar lugar a la reconciliación.
La práctica del perdón influye favorablemente en mi salud psicológica
Como lo expresa Efesios 4:31-32 la retención del perdón crea un ambiente psicológico tóxico: amargura (veneno punzante), enojo (explosión o arrebato del momento), ira (condición de enojo prolongado)…La falta de perdón crea un ambiente psicológico y espiritual negativo que predispone al conflicto, la victimización, el mal humor, entre otras disfuncionalidades. De allí el énfasis de soltar la ofensa, y mostrar una actitud benigna y perdonadora: Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros.
El perdón, pues, es uno de los factores cruciales para mantener nuestro corazón sano. Al perdonar liberamos nuestro corazón del dolor, el resentimiento, la amargura, el enojo cronificado y otros estados emocionales tóxicos.
Desde la perspectiva psicológica, el perdón es un ejercicio terapéutico hacia uno mismo. El principal beneficiado del acto de perdonar es uno mismo. El perdón ayuda más a uno mismo que a la persona que nos ofendió.
Escrituras
Acerca de este Plan
El perdón es tal vez la doctrina más fundamental de la Biblia. Es también una de las enseñanzas más reiteradas en la palabra de Dios. El perdón no es un concepto superficial, ni una simple práctica religiosa, ni una mera reflexión ética y filosófica, ni tampoco una técnica terapéutica. Es mucho más que la sumatoria de esas perspectivas, y toca y compromete lo más hondo e íntimo del ser humano.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/