Reaviva la Llama: Un Estudio Bíblico sobre el Espíritu Santo por J. Lee GradyMuestra

HECHOS CAPÍTULO 5 - "No Hay Avivamiento Sin Santidad"

En el Capítulo 4 conocimos a Bernabé, un humilde líder que amaba tanto a Dios que vendió una propiedad y dio las ganancias a los apóstoles para que la obra de evangelismo pudiera continuar. Dios siempre levanta personas generosas para apoyar la obra del ministerio. Pero en Hechos 5, nos encontramos con dos personas que idearon un plan malvado. Ananías y su esposa, Safira, intentaron copiar lo que hizo Bernabé, pero con motivos malvados. Querían comprar el favor de los apóstoles. No habría estado mal para ellos dar solo una parte de la venta; pero fue malo para ellos pretender darlo todo.

Si esta corrupción no hubiera sido expuesta, Ananías y su esposa podrían haber controlado la iglesia. Pero la iglesia no pertenece a los hombres; debe estar bajo el control total del Espíritu Santo. Pedro le preguntó a Ananías: ¿cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que le mintieras al Espíritu Santo …? (v. 3). En Hechos 2, los primeros discípulos fueron llenos del Espíritu. ¡Aquí en Hechos 5 dos personas fueron llenos por Satanás! Donde Dios está trabajando, el diablo estará atento para intervenir. Nuestro enemigo quiere detener la propagación del evangelio. Dios rápidamente juzgó a Ananías y Safira para enseñarles a todos una lección. Debemos proteger nuestros corazones de la influencia de Satanás para que el fuego del Espíritu no se apague.

La santidad no es una opción. Afortunadamente, Pedro no pudo ser comprado. Su carácter era sólido y su devoción a Cristo fue firme. Él y los otros apóstoles se volvieron más valientes que nunca. Más y más personas se convirtieron, sanaron y liberaron de los demonios. Pedro no habría podido sanar a las personas con su sombra (v. 15) si hubiera estado bajo la sombra oscura y pecaminosa de Ananías y Safira. La iglesia no puede ser poderosa en el Espíritu si somos corrompidos por el orgullo o la codicia.

Una iglesia santa no puede ser detenida. A pesar de que Satanás estaba furioso, y los funcionarios judíos arrojaron a los apóstoles en prisión, ¡un ángel abrió las puertas de la prisión! Pedro y los discípulos anunciaron audazmente: “¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres!” (v. 29). El evangelio llenó la ciudad, y las multitudes "de las ciudades cercanas a Jerusalén" se estaban convirtiendo a Cristo. Y a pesar de la oposición, los discípulos "no dejaban de enseñar y anunciar las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías." (v. 42).

** Ananías y Safira intentaron comprar el control y verse bien. ¿Alguna vez has visto que esto suceda? ¿Por qué Dios tomó medidas tan duras para detenerlos?

** Muchos milagros ocurrieron cuando los primeros discípulos oraron por las multitudes. Mucha gente fue sanada y liberada de los demonios, y un ángel intervino para ayudarlos. ¿Por qué crees que no vemos más milagros como este hoy?

** Después de ser azotados por los funcionarios judíos, los discípulos se regocijaron de que fueron "considerados dignos" de sufrir por Jesús (v. 41). ¿Cómo te inspira su actitud?