Reaviva la Llama: Un Estudio Bíblico sobre el Espíritu Santo por J. Lee GradyMuestra

HECHOS CAPÍTULO 10 -“UNA PUERTA ANCHA SE ABRE A LOS GENTILES”

Pedro era un discípulo de Jesús, pero aún era un judío observante. Él guardó el sábado, honró las Escrituras y se mantuvo alejado de los alimentos inmundos. No comía carne de cerdo o mariscos, y ciertamente no murciélagos, camellos, conejos, halcones o buitres. Todos esos alimentos prohibidos están listados en Levítico, y los judíos despreciaron a las personas extranjeras que los comieron. ¡Así que imagine la sorpresa cuando Peter cayó en trance durante sus oraciones matutinas y vio una sábana que bajaba del cielo llena de todo tipo de animales repulsivos, incluidos los reptiles! ¡Para un judío, esta era la mezcla heterogénea más grotesca imaginable! Sin embargo, escuchó una voz que decía: "No llames a algo impuro si Dios lo ha hecho limpio." (v. 15).

Un judío estricto habría reprendido esa voz celestial. Pero Peter lo había escuchado antes, así que permitió que el cielo cambiara de opinión, a pesar de que estaba " desconcertado" (v. 17). El Espíritu Santo debe ofender nuestras tradiciones religiosas cuando está haciendo algo nuevo. Tres hombres terminaron en la puerta de Pedro en Jope; Eran gentiles pidiéndole que fuera a la casa de un oficial romano llamado Cornelio, en Cesarea. Pedro debe haber sospechado que Dios había enviado a estos invitados no judíos. Estuvo de acuerdo en ir con ellos en el viaje de 30 millas. Cuando llegó, encontró una casa llena de extranjeros. ¡El olor a cerdo asado o calamar frito puede haber impregnado ese lugar! Pero Pedro comenzó a comprender que Dios había abierto una oportunidad que nunca esperó ver.

Pedro hizo una declaración dramática en el versículo 34: "Ciertamente entiendo ahora que Dios no es uno para mostrar parcialidad". Todo el libro de los Hechos da un giro brusco en esta coyuntura crucial. El sermón de Pedro sobre Jesús ese día fue el mismo evangelio, pero su audiencia fue totalmente diferente. Él dijo: "... todo el que cree en él se le perdonarán los pecados” (v. 43). ¡Todos! Judíos y gentiles, blancos, negros, asiáticos, hispanos, indios, todas las razas. El evangelio ha derribado todos los muros de separación. ¡Y Pedro observó con asombro cómo los italianos recibían el bautismo del Espíritu Santo!

Este es el mismo Pedro que había arrojado sus redes al otro lado del bote cuando Jesús le dijo que lo hiciera. Es el mismo Pedro a quien Jesús le había dado "las llaves del reino de los cielos" (Mateo 16:19). En la casa de Cornelio, Pedro abrió una puerta ancha con esta llave, y las naciones entraron en la casa de Dios. En este día innovador, Pedro dejó caer sus redes en un lugar diferente, y la pezca fue abrumadora. Un glorioso nuevo día ha comenzado para la iglesia. No hay vuelta atrás.

HABLEMOS DE ESO

** ¿Por qué crees que Dios tuvo que decirle a Pedro tres veces que comiera los alimentos inmundos?

** Pedro tuvo que superar temores obvios antes de ir a la casa de Cornelio. Piensa en tu propia cultura. ¿Por qué algunas personas temen a otras razas?

** Observe que Pedro se quedó con los conversos durante unos días después de que fueron bautizados (v. 48). El ministerio auténtico implica más que solo predicar; Debemos estar dispuestos a pasar tiempo con la gente. ¿Cómo crees que este tiempo de comunión afectó a todos los presentes?