Reaviva la Llama: Un Estudio Bíblico sobre el Espíritu Santo por J. Lee GradyMuestra

HECHOS CAPÍTULO 14 -"NADA PUEDE DETENER EL EVANGELIO"

Escuchamos sobre predicadores famosos que vuelan en aviones privados y demandan hoteles de cinco estrellas cuando viajan al extranjero para predicar. El apóstol Pablo seguramente estaría perplejo por ese concepto. ¡No había nada lujoso en los viajes misioneros en el primer siglo! Después de que él y Bernabé cruzaron una cadena montañosa para llegar a Iconio, los judíos enojados agitaron a la multitud, obligando a los dos apóstoles a huir a las ciudades cercanas. Después de predicar en Listra, los judíos apedrearon a Pablo y lo dejaron por muerto. Sin embargo, Lucas escribe: "Pero, cuando lo rodearon los discípulos, él se levantó y volvió a entrar en la ciudad." (v. 20).

El apedreamiento fue similar al linchamiento. Normalmente, la víctima sería arrojada por un acantilado, y luego otros arrojarían rocas desde al menos tres metros de distancia hasta que la persona estuviera muerta. ¿Te imaginas el dolor? Y seguramente Pablo debe haberse identificado con Esteban, a quien vio ser apedreado años antes en Jerusalén. Esteban murió, pero Pablo sobrevivió milagrosamente a esta prueba. He visto este tipo de valentía. Conozco a un evangelista nigeriano que fue agolpeado sin razón por una mafia musulmana, pero volvió a predicar. Nada podría detener a Pablo. Les dijo a los conversos en Listra: "Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios" (v. 22).

Cuando Pablo escribió más tarde sobre sus dificultades, dijo: " Tres veces me golpearon con varas, una vez me apedrearon, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar." (2 Cor. 11:25) Su referencia al apedreamiento fue el incidente en Listra. Nunca lo olvidaría; probablemente recibió cicatrices permanentes. Pero no renunció. El predicador británico Charles Spurgeon escribió una vez: "La perseverancia es la insignia de los verdaderos santos". Vemos este tipo de perseverancia firme en Pablo y Bernabé. Nunca los escuchamos quejarse; de hecho, constantemente alentaban a sus nuevos conversos a medida que iban de un lugar a otro. Finalmente, cuando regresaron a Antioquía, donde comenzaron su viaje, se regocijaron al contar los milagros de Dios.

Los paganos que vivían en Listra pensaban que Pablo y Bernabé eran las encarnaciones de Zeus y Hermes. Los arqueólogos han encontrado muchos templos para estos dioses en esa región. En su sermón, Pablo describió al Dios verdadero como alguien que les dio “lluvias del cielo" (v. 17). Es interesante que Zeus fuera considerado el dios de la lluvia, y a menudo fue retratado con un rayo. Pablo les decía que Zeus no era el verdadero dios, ni la verdadera fuente de bendición. ¡Él desafió la oscuridad espiritual y les presentó al Dios verdadero!

HABLEMOS DE ESO

** Dios realizó un milagro significativo de sanidad en Listra cuando el hombre cojo caminó (v. 8). ¿Por qué no vemos más milagros como este hoy? ¿Estás dispuesto a dar un paso en la fe y orar por sanidades milagrosas?

** Pablo escribió más tarde sobre una experiencia extra corporal en la que vio una visión gloriosa del cielo de la que Dios no le permitiría hablar (2 Cor. 12: 2-4). Muchos estudiosos creen que estas visiones ocurrieron cuando Pablo fue apedreado en Listra. Si eso es cierto, su terrible experiencia también fue una bendición. ¿Has podido ver las bendiciones ocultas de Dios en tus peores experiencias?

** Pablo y Bernabé en realidad regresaron a Listra después de que Pablo había sido apedreado allí. La mayoría de las personas tendrían miedo de regresar a un lugar donde habían sido atacadas. ¿Cómo explicas este tipo de valentía?