Vivir renovado: Abrazar la identidadMuestra

Abrazar la identidad en Cristo

Existe una diferencia entre saber lo que está escrito en la Biblia y creerlo tan profundamente que cambie nuestra vida. Abrazar nuestra identidad en Cristo es lo que nos da la capacidad de enfrentar las pruebas con seguridad, de llenar nuestra vida con gozo, paz y propósito; nos permite amarnos porque Él nos ama. Comprender quiénes somos y a quién le pertenecemos lo cambia todo, pero tenemos que estar siempre alertas.

Desde el momento en que creemos que somos dignas, amadas y apartadas por Dios, el enemigo intenta evitarlo. Odia cuando anclamos nuestra identidad en Jesús porque lo deja sin poder sobre nuestras vidas y causa una reacción en cadena que propaga esperanza a más personas. No podemos permitir que Satanás nos recuerde nuestro pasado o nos convenza de que no podemos cambiar. La Biblia dice que cuando aceptamos a Jesús en nuestros corazones, somos nuevas criaturas. Su gracia cubre nuestro pecado, nuestra vergüenza y nuestro pasado. Debemos aferrarnos a la verdad de que somos Suyas.

Me recuerda a un árbol en nuestro patio. Cuando recién se había plantado necesitaba varillas de refuerzo para mantenerlo firme y darle fuerza. Con el pasar del tiempo, el árbol creció alrededor de las varillas haciendo imposible quitarlas, ahora las varillas son parte del árbol. Del mismo modo, la verdad de Dios nos fortalece. Si nos aferramos a ella el tiempo suficiente, terminará siendo parte de nuestra identidad que no puede ser robada.

Paso de acción:

Dios creó cuidadosamente cada pequeño detalle que te hace ser quién eres. Él ve tu verdadero yo y te ama sin condiciones. Permite que esa verdad penetre en tu mente. No huyas ni te escondas de ella, no la descartes. Pídele a Dios que te ayude a creerla y hacerla parte inseparable de ti. Cuando abrazas verdaderamente tu identidad en Cristo, encuentras libertad de las mentiras que te aprisionan y seguridad para enfrentar cualquier prueba.

Dios Padre, gracias por dirigirme en este Plan y ayudarme a emprender el viaje hacia mi identidad en Ti. Ayúdame a ver la mentira de las etiquetas con las que vivo y a reemplazarlas con Tu verdad. Ayúdame a no compararme con otras personas y que mi diálogo interno negativo no moldee mi auto imagen. Dame ojos para verme como Tú me ves, aceptada, valiosa, amada, capaz, particularmente talentosa, y bellamente creada. Quiero que sólo Tú me definas, nada más. Le doy a Tu verdad la autoridad sobre mi vida y Te pido que me muestres cómo puedo usar lo que me has dado para hacer crecer Tu reino. Gracias por Tu amor incondicional que no me deja atrapada donde estoy, sino que me acerca más a Ti. Te amo y confío en Ti. En el nombre poderoso de Jesús, amén. 

Pedimos que Dios haya usado este Plan para ministrar tu corazón. 

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