¡Amén! ¡Amén! ¡Amén! Muestra
Día 2: ¿Eres feliz o finges?
Hace unos días observé a una mujer echar agua a la acera frente a su casa, pero a través de unas rejas. Dios habló a mi espíritu y me dijo: “¿La ves? Así viven muchos. Refrescan sus alrededores, pero atrapados en cárceles”. Esto me impactó mucho. Pasé el día meditando en lo que Dios me había dicho, estremecida por la verdad de estas palabras.
Muchas personas viven como un payaso: sonrientes por fuera, pero tristes por dentro. Expresando una felicidad que no experimentan realmente. ¿Eres tú una de esas personas? Te tengo noticias: Jesús es tu respuesta. En Mateo 11:28 Jesús dice: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso”.
Eres importante para Dios. En Lucas 12:7 Jesús te dice: “Así mismo sucede con ustedes: aun los cabellos de su cabeza están contados. No tengan miedo, pues ustedes valen más que muchos gorriones”. Él está al pendiente de ti. Pero tienes que recodar que Dios es todo un caballero y no hace nada hasta que tú le indiques que puede tomar el control de tu situación.
Para esto debes reconocer a Dios como tu Salvador (si no lo has hecho aún), buscarlo en espíritu y en verdad, leer su Palabra, tener intimidad con Él, hablarle (esto es orar), ser sincero, entregarle tus cargas, permitirle que asuma el control de tu vida, mientras crees en Él.
Vive realmente tu vida, no finjas. Al único que engañas es a ti mismo. Cultiva tu vida espiritual. La vida es como un árbol al que hay que plantar, echar agua, abono y podarlo. Así mismo es tu vida. No malgastes el tiempo fijándote en cosas materiales que a la larga no tienen valor. Lucas 12:15 dice: “…La vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes”.
No importa cuán difícil piensas que es tu situación: “Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios…” (Lucas 18: 27). En este momento Dios te dice como le dijo en una ocasión a la mujer samaritana: “Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua -contestó Jesús- tú le habrías pedido a él y él te habría dado agua que da vida” (Juan 4:10). Si tú entendieras cómo Dios es y lo que quiere para ti, te arrojarías a sus brazos y no saldrías de ellos jamás.
Atrévete a salir de tu encierro, a quitarte la máscara que has tenido por tanto tiempo, a dejar de refrescar tus alrededores y permitir que el río de agua viva refresque tu interior y corra en ti cada segundo de vida que tengas en esta tierra. Arroja tu máscara, ríe y gózate en Dios. Regocíjate en Él. Te declaro libre y bendecido en el nombre de Jesús.
¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!
Acerca de este Plan
Este plan tiene como fin que, tomando las promesas que Dios nos da por medio de su Palabra, aprendamos a declarar las cosas que no son como si fueran.En cada reflexión se utilizan anécdotas o situaciones que ocurren en el diario vivir.
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Nos gustaría agradecer a Noemí Rivera por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/Noem%C3%AD-Rivera-114271376612480