¡Amén! ¡Amén! ¡Amén! Muestra
Día 1: ¿Prefieres pastel o crema?
Recuerdo que hace unos años, un domingo, escuchaba la predicación de mi pastor, en la cual nos enseñaba lo importante de tener prioridades en la vida. Como maestro al fin, (esa era su profesión secular) hizo una comparación, utilizando la imagen de un pastel. Él dijo que lo que era realmente importante y necesario en la vida era el pastel. Lo que era solo un deseo, no una necesidad era la crema. Esa enseñanza se me quedó bien grabada en mi interior.
Un tiempo después, estaba en una tienda y quería comprar una pashmina (tipo de tejido de lana de cachemir con el cual se hacen chales) negra, ya que la que tenía estaba un poco maltratada y también un sombrero, para usarlo cuando fuera a la playa. Encontré ambos objetos y los coloqué en mi carrito de compras. Luego, comencé a caminar y, de pronto, escuché cuando Dios me preguntó: ¿Es eso pastel o crema? Al instante me quedé quieta. Medité en la pregunta. Miré ambos objetos. Mi contestación fue: “Esto es crema”. Saqué ambos artículos del carrito y los dejé.
En mi iglesia soy miembro del equipo que imparte clases a los nuevos convertidos. Le damos clases sobre temas básicos que deben conocer como cristianos, pero, sobre todo, de cómo tener su vista enfocada en Cristo. Enfatizamos en buscarlo y conocerlo a Él, porque Él es nuestro camino al Padre, nuestra verdad y la vida (Juan 14:6). Recuerdo que en esos días habíamos terminado las enseñanzas a un grupo. Un domingo, una hermana, antes de comenzar el servicio me dijo que al final la buscara porque me quería decir algo. Al finalizar el servicio, la busqué para saber qué quería decirme. Me dijo: “Realmente quería entregarte este obsequio, por lo buena que has sido con nosotros (refiriéndose a ella y su esposo) en este tiempo”.
Quien me conoce, sabe que me emociono con los obsequios, pero no por el artículo, sino por el hecho de que la persona haya sacado de su tiempo para tener ese detalle conmigo. Eso es muy valioso para mí y lo agradezco de todo corazón. Yo la abracé, a ella y a su esposo, y le di las gracias. Estaba muy emocionada. No abrí el regalo allí, me fui a mi vehículo y entonces lo abrí. No imaginan la sorpresa que me llevé. En el interior de la caja encontré: una taza, una pashmina negra y un sombrero para la playa. Inmediatamente, saltaron lágrimas de mis ojos. Estaba asombrada con este suceso. Dios sabía que yo había obedecido en la tienda, pero en mi interior yo quería tener esos objetos. Definitivamente, la obediencia trae bendición.
Así también sucede en nuestras vidas. Debemos decidir qué necesitamos y qué deseamos. Qué es importante y qué no lo es. Si prestamos atención a lo que Dios nos habla y tomamos decisiones correctas, al final, veremos la recompensa. Dios tiene cuidado de nosotros. Él es nuestro Padre, y tal cual, nos da lo necesario. Muchas veces nos mima, dándonos aquello que es para nuestro placer y no una necesidad. Para eso es necesario buscarlo en espíritu y en verdad, escucharlo y obedecerlo. Su Palabra en Mateo 6:33 dice: “Mas bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”.
Anhelo de todo corazón que mires tu vida y la evalúes. Conéctate con Dios y aprende a decidir diariamente si lo que quieres es pastel o crema. ¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan tiene como fin que, tomando las promesas que Dios nos da por medio de su Palabra, aprendamos a declarar las cosas que no son como si fueran.En cada reflexión se utilizan anécdotas o situaciones que ocurren en el diario vivir.
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Nos gustaría agradecer a Noemí Rivera por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/Noem%C3%AD-Rivera-114271376612480