Proverbios y promesasMuestra

Dar a quien no quiero

Amar y dar a las personas que amamos no resulta nada difícil, pero ¿qué tal amar y darle de comer y beber a las personas que no son agradables para nosotros, así como lo dice el Proverbio que leímos? Pero al dar a nuestros enemigos, es cuando más nos parecemos a Jesús.

Sabemos que estamos pareciéndonos más a Jesús cuando bendecimos a nuestros enemigos; así como Él en la Cruz del Calvario, en vez de pedirle a Dios que su justicia divina cayera en las personas que lo estaban crucificando, pidió que los perdonara, y el perdón de Dios es la mayor bendición que tenemos en nuestras vidas.

¿A quién no le complace que Dios no solo perdone nuestros pecados sino que también nos bendiga? Así debemos ser nosotros, perdonar y amar a nuestros enemigos, pero debemos ir más allá: pedirle a Jesús que los bendiga, y a veces nos usará a nosotros para hacerlo.

¿Quieres en tu vida mayor bendición y mejores oportunidades? Si las quieres para ti y tú eres un pecador perdonado por gracia, entonces también tienes que bendecir y dar a las personas que no te caen muy bien, porque ellos también son perdonados por gracia.

Amar a tus enemigos no debería quedarse solo en palabras, sino en darles de beber y ser de bendición para ellos.

Oración

Jesús, quiero parecerme más a ti. Quiero amar a mis enemigos con acciones y no solo con palabras. Quiero que me uses para bendecir a otros. Ayúdame y dame un corazón como el tuyo. En tu nombre, Jesús, amén.