[Grandes versos] Fortaleza para una iglesia arrepentidaMuestra
Derrotas aparentes. Triunfos reales
Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos guía en procesión triunfal, y a través de nosotros propaga la fragancia del conocimiento de él en todas partes.
Las imágenes en la mente de Pablo eran las de un desfile militar romano. Mark Batterson describe esto en su libro «All In»: «Después de ganar una gran victoria, el ejército romano marchó por las calles de Roma con prisioneros en su tren. La procesión triunfal comenzó en el Campo Marte y condujo a través del Circo Máximo y alrededor de la Colina Palatina. Inmediatamente después del Arco de Constantino, la procesión marchó a lo largo de la Vía Sacra hasta el Foro Romano y hacia la Colina Capitolina».
He estado bajo el Arco del Triunfo que abarca la Vía Triunfal. Fue erigido por el senado romano para conmemorar la victoria de Constantino sobre Majencio en la Batalla del Puente Milvio el 28 de octubre de 312. No era difícil imaginar conquistar ejércitos que regresan a la pompa y la circunstancia de un desfile militar. Más de quinientas procesiones triunfales pasaron bajo ese arco durante el reinado del Imperio Romano.
Nuestra procesión triunfal comienza a los pies de la cruz. Cristo es el Rey Conquistador y nosotros somos los cautivos en su tren, liberados del pecado y de la muerte. Pero ese es solo el primer paso de la fe. Después de todo, es seguir los pasos de Jesús a dondequiera que nos lleven, incluso por la Vía Dolorosa, el «Camino del dolor». Pero aun en el camino del sufrimiento, Dios nos está guiando en una procesión triunfal.
Puede que tu vida no se sienta como un triunfo continuo. El mío no, y apuesto a que el de Pablo tampoco. De hecho, en esta misma carta describe lo que ha pasado:
«Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez». (2 Corintios 11:25-27 RV 1960)
Eso no suena a triunfo, pero lo fue. Dios redimió esos contratiempos. Dios los tomó y los trabajó con otras cosas para siempre en Romanos 8:28. Dios tenía la última palabra en cada caso.
Aparentes derrotas. Triunfos reales. Así es como Dios lo hace por su pueblo. Siempre nos guía en triunfo en Cristo. Dios lo hará, no nosotros. Lo hará en Cristo, nunca aparte de Cristo. Lo hará siempre, no a veces. Y mientras lo hace, los resultados esparcirán la fragancia de Cristo a un mundo moribundo. Como dice Pablo, gracias sean dadas a Dios. Gracias a Dios que formamos parte de la gran procesión triunfal de Cristo.
Escrituras
Acerca de este Plan
En su primera carta a la iglesia de los corintios, el apóstol Pablo los corrige por diversos problemas de conducta, hasta el punto en que los llama carnales. En su segunda carta reconoce que ha habido un cambio en sus vidas y los alienta a continuar así. En este plan, encontrarás algunos de esos mensajes de aliento a una iglesia arrepentida. ¡Disfruta todos y cada uno de ellos!
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Nos gustaría agradecer a Jeff Wells en asociación con El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visita http://www.woodsedge.org y http://elcentronetwork.com