Paternidad imperfectaMuestra
Carácter
El carácter es mucho más que lo que la gente piensa de nosotros. Se trata de quienes somos, especialmente cuando estamos solos. Todos tenemos carácter. La pregunta es ¿qué clase de carácter tenemos? ¿Somos honestos y amables o maleducados y egoístas? Para tener la clase de carácter que nos hará exitosos debemos esforzarnos.
Podemos darnos cuenta cuando el buen carácter está presente en la vida de alguien y cuando no. Como padres, queremos ver a nuestros hijos crecer en carácter y mostrar “amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio” que son los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23 NVI). ¿Cómo se construye el carácter en nuestros hijos? Mostrar y Contar.
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Si queremos ver un carácter fuerte y resiliente en ellos debemos mostrárselo. Como dice el refrán “Más es lo que se capta que lo que se enseña”. Nuestros hijos están mirando todos nuestros movimientos, y si creemos que les escondemos algo, pensemos dos veces. Si queremos que ellos sean honestos o amables con todos, nosotros debemos ser así, también. Si nuestros hijos van a disculparse por sus errores, entonces nosotros también, aun si implica disculparnos con ellos y pedirles perdón cuando les fallamos.
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Además de mostrarles el buen carácter, debemos enseñárselo también. Tenemos muy poco tiempo para hacerlo antes que ellos comiencen a vivir su propia vida. Hagamos que cada minuto cuente. Debemos enseñarles a trabajar duro para poder ganar sus propias cosas. Van a cometer errores y fallas; por eso, debemos guiarlos a seguir intentando. Cuando tengan éxito en algo, hay que explicarles que deben recibir cumplidos y premios con gratitidud y sin arrogancia.
Dios nos dio una gran responsabilidad aquí en la tierra, la de entrenar a nuestros hijos. Gran parte de eso es ver en quienes ellos se convierten. Ahí, tenemos que decidir si es más importante para nuestros hijos ser exitosos y populares en la escuela y en los deportes o construir un buen carácter. Confiamos que: “sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza” (Romanos 5:3-4 NVI). No podemos hacer que nuestros hijos se conviertan en alguien, pero podemos hacer nuestra parte invirtiendo en ellos y confiando que el Espíritu Santo hará el resto.
Escrituras
Acerca de este Plan
Para muchos de nosotros, la presión de ser padres perfectos es algo que nos quita el sueño. Creemos que tenemos que ser los mejores y nos pone nerviosos arruinar a nuestros hijos. Afortunadamente, Dios es nuestro Padre Celestial y Él nos guiará a ser padres terrenales. En este Plan de 6 días, veremos algunos consejos para mejorar la crianza parental.
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