Camino de BendiciónMuestra

Nuestra Ayuda

Los pensamientos de Dios para su pueblo son pensamientos de bien. No hay duda que hay tiempo de reír y tiempo de llorar, y que el cielo no siempre estará azul. Pero para nuestras vidas, no importa cuál sea el escenario, la presencia de Dios es real, sus promesas son verdaderas y su fidelidad es para siempre. Es de esa presencia divina que emanan fuerzas nuevas para nosotros. Su poder derriba las paredes que quieren alzarse frente a nosotros para menoscabar nuestra fe y nos abre camino en el desierto, camino de bendición.

Dios habló para su pueblo Israel palabras de restauración. El Señor les prometió consolación y cambios en sus vidas para bien. Las dificultades que enfrentaban pasarían a ser sólo un recuerdo y la alegría llenaría sus corazones, “se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto.” Is. 51:3 Es el amor de Dios que nos habla para bien, para bendecir, para restaurar. Si sientes que estás en un desierto, recibe por la fe estas palabras de Dios, que aunque fueron dichas para el pueblo de Israel, son verdad también para nosotros.

Cuando nuestra confianza está puesta en Dios, aun en el tiempo difícil, su ayuda nos sostiene y somos confortados por su Espíritu Santo. 

Te invito a orar conmigo a nuestro Dios. Señor, te necesito, mi esperanza está en ti. Ayúdame a esperar en tu misericordia y a confiar en tu fidelidad. Tú obras a mi favor y sé que me cubres con tu poder y tu inmenso amor. Doy gloria a tu santo nombre y te doy gracias por todo lo que haces y lo que harás para bendecirme. En el nombre de Jesús, amén.