Quédate en casaMuestra

LA ALCANCÍA DE DIOS

Hoy nos corresponde reflexionar sobre la segunda ilustración que usó Jesús para amonestar el pensamiento fariseo. Ahora presentará a una mujer que perdió una de sus diez dracmas.

Comenzaremos destacando el gran interés que tuvo esta mujer por encontrar lo que le faltaba. Una dracma, en los tiempos de Jesús, era una moneda griega menos usada que el denario romano, pero con una gran importancia para los menesterosos de la época. La mujer de Lucas 15 solo tenía diez dracmas. Nada más. Por lo tanto, se afana en recuperar la perdida. Tiene que encender una lámpara, barrer toda la casa, buscar con mucho cuidado y usar gran parte de su tiempo. Estos esfuerzos representan la "operación de rescate" que vive realizando Dios a favor de cada alma. Además, se sigue resaltando la importancia que Dios da a la unidad mínima. La matemática de Dios se sigue construyendo: 100-1=0 y 10-1=0. Es como si Jesús nos dijera: "¡Hey! No te olvides de que lo vales todo. Y si estás perdido, haré todo para encontrarte".

Finalmente, leemos que cuando la mujer encuentra su dracma se goza. Como la parábola de ayer, también se usa el verbo "sugchairó" que enfatiza la alegría, la dicha y hasta la emoción. La mujer reúne a sus amigas y les cuenta la buena noticia. De la misma manera, Dios se goza, se complace, dice el verso 10, cuando un pecador se arrepiente.

El arrepentimiento es el primer paso en el proceso de salvación. Dios no obliga. La persona debe arrepentirse y confesar sus faltas para que Dios habilite la justificación junto a la santificación. Es lo único que se nos pide. Imagina un autito de juguete a tracción. La salvación funciona así. Nosotros solo debemos traccionar (arrepentirnos) y luego Dios se encarga del funcionamiento del autito (salvación).

Quizás sin saberlo, en la vorágine de la toxicidad pecaminosa que el mundo ofrece, te separaste de Dios o, tal vez, sientes que ese "fuego" en tu espiritualidad va disminuyendo o se apagó. Es hora de reencontrarte con Dios, de ser sensible al Espíritu que llama CADA DÍA, porque CADA DÍA es una oportunidad de comunión. La salvación también es una relación de amor, la cual se la construye día a día con Jesús. No nos confundamos pensando que al ser salvados, ya no nos hace falta una devoción diaria.

Medita en esto y que Dios te ayude a regresar o mantenerte en Su casa, Su "alcancía", porque como "dracma" lo vales mucho. Búscalo siempre, mantente a salvo y...

Quédate en Casa.

Isaías y Lautaro Silva

Ilustrado por: @liocamargo