Quédate en casaMuestra

EL CORRAL DE DIOS

Los fariseos y escribas venían observando la ley sinaítica sin darse cuenta de que la idea de Dios no era que fuesen esclavos de esa ley. La habían malentendido. Incluso creían que solamente sus obras los hacían puros y los separaba de la sociedad. Terminaban siendo muy exclusivistas. Su fanatismo los confundía y no aceptaban que Jesús, Quien decía ser el Mesías hijo de Dios, predicara a los "publicanos y pecadores". Por eso, todas las parábolas narradas en Lucas 15 nos invitan a ver a Dios como un Dios inclusivo. No importa lo que hayamos hecho o lo que somos, Él está dispuesto a recibirnos y buscarnos. 

La primera historia es la de la oveja perdida, quien es rescatada por su pastor luego de dejar de lado al resto de sus ovejas. Deja 99 por buscar solo una. La matemática divina representada por Jesús es: 100-1=0. Esto grafica el valor alto que posee cada persona ante Sus ojos y si Él sabe de alguna persona que se desvió de su camino, no descansará hasta encontrarla y traerla nuevamente a su corral.
La parábola nos hace reflexionar en el sentimiento que tiene Dios al saber que una persona vuelve a casa. Dios "se goza". El verbo usado es " sugchairó"  y esta idea es mencionada 3 veces en esta historia. Imagínate por un momento esto: el corazón de Dios termina regocijándose solo porque una persona vuelve a sus brazos. ¿No es algo emocionante? ¿Cómo responderías ante tal amor? 

La lustración nos hace dos invitaciones claves: primero, puedes formar parte del grupo de personas que una vez se fue del corral de su Pastor, como esta ovejita (otras cosas te llamaron la atención y ahora te cuesta volver) y, tal vez, necesitas reconsagrarte; por eso, orar siempre y reforzar tu relación con Dios es vital. Segundo, sabes de otros amigos que sí se perdieron y que puedes llegar a ser esa herramienta del pastor; puedes tener el honor de ser "el callado, el bastón" del Pastor y ayudar en el proceso de restauración de un amigo. Un buen comienzo sería compartirle esta parábola.

Sea como sea, la lección es clara. Dios es un Dios inclusivo, que aprecia cada alma y que se goza cuando una oveja vuelve a su redil y se arrepiente  de su mal camino. Mañana hablaremos del arrepentimiento. 

Que esta reflexión te ayude a estar más cerca de Dios, porque no hay otro lugar mejor que Sus brazos. Transforma los brazos del Gran Pastor en tu casa y nunca te alejes de ese “corral" de amor y protección. 

Quédate en Casa.
Isaías y Lautaro Silva

Ilustrado por: @liocamargo