[Serie La Manifestación De Cristo En Nosotros] Parte 3Muestra

La vida en Cristo

Para muchas personas lo único que cambia en su vida es que ahora se congregan los domingos, que ya no son de la misma religión, que antes rezaban ahora oran, antes se confesaban ante un hombre ahora se confiesan ante Dios, antes no sabían ni pensaban que tenían vida eterna, antes eran orgulloso ahora solamente a veces, antes gritaban por cualquier cosa ahora solo cuando tienen la razón, pero la pregunta es: ¿Qué cambió? 

En muchos casos el problema es que seguimos viviendo nosotros y no hemos permitido que la vida que fue depositada en nosotros se manifieste. Seguimos manifestando nuestra mente, carácter, cultura, forma de ser. Pablo describe lo que debe pasar, primero: «con Cristo estoy juntamente crucificado», el secreto es que él estaba crucificado con Cristo, el secreto es la cruz, pero no la cruz religiosa.

Pablo veía la cruz muy diferente a lo que hoy conocemos, porque él, en la cruz no veía a Jesús crucificado, sino que se veía a sí mismo crucificado. La cruz para él era una realidad presente en su vida. Una realidad que lo marcaba, donde estaba clavado Saulo de Tarso. Ese Saulo que ya no vive está clavado y está muerto. Está clavado permanentemente en esa cruz. 

Con Cristo estoy juntamente crucificado. Pablo no veía solamente a Cristo en la cruz, él vio a Cristo en la cruz cuando fue salvo. Pero ahora se veía a sí mismo clavado y muerto. Mientras tengamos el concepto de una cruz donde Cristo solamente murió por nuestros pecados y lavó nuestros pecados, no veremos la obra completa, ni tenemos la visión correcta de la cruz, porque necesitamos comenzar a ver en esa cruz no a Cristo quien ya nos salvó, quien ya nos dio vida, sino que necesitamos comenzar a vernos a nosotros mismos clavados, ver clavados esa vieja naturaleza, para que podamos permitir que la vida que él depositó en nosotros pueda ser manifestada. 

Pablo no solamente murió en esa cruz, sino que ahora Cristo vivía en él, porque ese hombre en pecado murió, pero eso no es el todo de este mensaje, «más vive Cristo en mí» y esas sí son muy buenas noticias. Cristo era su única vida, él vive a través de mí.

Reflexionemos

¿Puedes decir que moriste a ti mismo y que ahora vive Cristo en ti?