Recupera la identidad de hijo de DiosMuestra

Cuando se pierde la dignidad 

En Lucas 15:11-26 vemos cómo esa persona perdió el respeto y la dignidad, ya que carecía de integridad. Este hombre quería algo que ya era de él. En realidad, no era honesto porque detrás de su petición había algo oculto, pero su padre restauró su integridad. Así es como el Padre nos restaura la identidad de hijos de Dios.

La dignidad es la imagen de Dios en nosotros. Cuando perdemos la dignidad viene el temor. El temor es un vacío de Dios. Ahora en Cristo ese temor es sustituido por el Espíritu Santo, la vida de Dios está en nosotros y tenemos la identidad que poseemos como sus hijos. 

En esta historia, el padre devolvió la dignidad al hijo, no solo el dinero. ¿Qué hizo este padre en la parábola? Entregó al hijo un vestido nuevo. Lo mismo que Dios dio a Adán después de haber perdido la dignidad, lo vistió. El propósito del padre en esta historia es devolver la dignidad a su hijo. Eso hace el Espíritu Santo cuando perdemos el sentido de la imagen de Dios en nosotros. Dios desea vestirnos y darnos el ropaje de la imagen de su hijo. 

El amor de Dios está en nosotros y quita todo temor. ¿Crees que el hijo de la parábola iba con confianza donde su padre? Toda su vida tuvo temores y máscaras. El problema principal del joven de la historia era que no poseía identidad, había perdido la imagen de Dios en su vida, no respetaba a sus padres ni a los demás, por lo tanto, no vivía en integridad y su vida era un completo desorden.

Cuando llega delante del padre con la crisis de identidad, dice en Lucas: «ya no soy digno de ser llamado tu hijo», pero el padre le da un vestido. El padre está mostrándole que todavía lo ama y eso ocasiona un efecto sobre la autoestima de su hijo. 

Él había vivido deseando tener bienes para que agregaran valor y produjeran éxito en su vida. Pensaba que gastando el dinero y haciendo fiestas encontraría la felicidad y lo verían como un hombre exitoso. Tenía un problema de identidad, no conocía la imagen de Dios en su vida, nunca se vio como un hijo. Tenía problemas en los valores que producen la dignidad, respeto e integridad.