No te afanesEjemplo
La aflicción te destruye o engrandece
Cuando un niño aprende a caminar se cae varias veces, pero vuelve a levantarse hasta que lo logra, porque no tiene una falsa identidad. El problema, es cuando crecemos y caemos, porque solemos quedarnos en el piso.
El apóstol Pablo demostró una buena actitud ante la adversidad estando en la cárcel, no por lo que hizo, sino por obedecer el llamado divino. Escribió una carta a la iglesia de los filipenses donde dice: «Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!». En medio de cualquier situación que estés pasando, puedes entender que no dependemos de las circunstancias sino de un Espíritu que nos ha sido dado y podemos decir: «Me regocijo en el Señor en medio de mi condición».
Pablo hablaba de su experiencia de vida. El secreto de Pablo está en Filipenses 4:11-13. Él dice que puede estar pasando una situación difícil o estar en abundancia, pero sigue siendo el mismo, porque los hombres cambian en los extremos. En el extremo positivo cuando el hombre tiene abundancia, puede sacar lo escondido de su corazón. En el otro extremo cuando hay pobreza sucede lo mismo. En ambos extremos se revela lo que eres. Pablo dice: «En Cristo sigo siendo el mismo». Nada nos cambia porque todo lo podemos en Cristo por ser la razón de nuestra fuerza.
En 2 Corintios 11:23-28, este hombre dice y saca la certificación de su apostolado, el por qué es un verdadero apóstol. Presenta las credenciales de su ministerio, porque ha sido resiliente. Él nunca presentó sus posibles logros sino todo lo que realmente había sucedido, y con todo eso se mantenía fiel a su llamamiento. Esa es la evidencia más grande de que un hombre posee la vida de un Dios verdadero y que, sin importar las adversidades, lo sigue sirviendo. Las acciones hablan más que las palabras.
Pablo decía que, con eso y todo (como si no hubiera sufrido nada) se preocupaba por la iglesia, porque cuando algo pasaba, le pesaba. A él no le pesaba su condición, le dolía el sufrimiento de los demás (2 Corintios 11:29). Ese proceso en su vida no solo produjo en él conocer al Dios de toda consolación, sino convertirse en un instrumento de consolación. Entonces lo que padeció tuvo sentido, porque ahora entendía que, lo que había pasado en su vida era la preparación para consolar a cualquier persona.
Este plan devocional se basó en la predicación del pastor Gerardo Cárdenas, si deseas ver el sermón completo sigue este enlace Clic aquí
Acerca de este Plan
Recordemos que el mismo Jesús habló a sus discípulos, diciéndoles: «en el mundo tendrán aflicción, pero confíen, he vencido al mundo». Esos contemporáneos de Jesús pasarían por tiempos de persecución. En un aspecto general, como hijos de Dios, no estamos exentos de la aflicción o de las pruebas. Tenemos una vida victoriosa, pero eso no evita que pasemos por aflicción como Pablo lo enseñó. Lo importante es saber cómo.
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Nos gustaría agradecer a Gerardo Cardenas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://elcentronetwork.com/