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No te afanes

DÍA 3 DE 7

La paz que sobrepasa todo entendimiento 

Cuando tenemos la paz de Dios, los problemas, sean grandes o pequeños, no producen afán. Al vivir en la condición de afán, aunque el problema sea pequeño, vivirás en aflicción. El afán hace que tu problema sea cada vez más grande. 

El problema se ve pequeño con la paz de Dios en tu mente y corazón. No te mueves por el problema. El problema no es el centro de tu vida, sigues adelante accionando y haciendo lo que debes hacer porque en tu vida está la paz de Dios. 

La paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento no viene de tus habilidades, no la produces, no es el resultado de algo que puedas hacer por algún ejercicio natural, no es producto de algo que aprendes en el colegio y tampoco proviene de las amistades, aunque es importante tener amigos en tiempo de tempestad. 

Esa paz es el ejercicio de una vida en el Espíritu, la confianza absoluta que tu vida está en las manos de Dios, así como descansar en su fidelidad; no así en las habilidades y fortalezas que puedas tener. No es una paz lógica, sino una que sobrepasa todo entendimiento. Quiere decir que un psicólogo al analizar la situación que pasas se volverá loco, porque su psicología y lo que ha aprendido no van a poder describir cómo una persona que está en dificultad puede tener paz en su mente y corazón, ya que sobrepasa todo entendimiento. No es algo que proviene de los hombres, la mente natural no comprende esa paz. La tranquilidad en las dificultades solamente proviene de algo que Dios produce. 

La paz de Dios mantendrá un equilibrio en tu alma, guarda tu corazón, mente y emociones. El problema es que nuestra alma nos traiciona, ya que reacciona a las circunstancias de la vida, y acostumbrada a gobernar, trata de producir reacciones como la tristeza, depresión, pensamientos negativos, temor entre todo lo que la mente natural, alma, corazón y emociones producen en medio de una aflicción. 

Esas reacciones producen un estado de angustia, la mente y corazón se confunden, y me convierto en un caos. Pero la paz de Dios guarda mi alma y produce que no gobierne la condición ni la circunstancia porque hay una paz que sobrepasa el entendimiento de la psicología y de lo que el hombre puede hacer. Lo que gobierna mi vida es algo que hay en el Espíritu. 

Escrituras

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Acerca de este Plan

No te afanes

Recordemos que el mismo Jesús habló a sus discípulos, diciéndoles: «en el mundo tendrán aflicción, pero confíen, he vencido al mundo». Esos contemporáneos de Jesús pasarían por tiempos de persecución. En un aspecto general, como hijos de Dios, no estamos exentos de la aflicción o de las pruebas. Tenemos una vida victoriosa, pero eso no evita que pasemos por aflicción como Pablo lo enseñó. Lo importante es saber cómo.

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Nos gustaría agradecer a Gerardo Cardenas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://elcentronetwork.com/