Actitudes para cultivar y fortalecer la vida de fe Muestra
La fe obra por el amor (actitud de amor)
Gálatas 5:6 dice: ”…la fe obra (actúa) por el amor”. La palabra obra, significa ser activa, eficiente, operar. Es decir, la fe se hace activa y opera por el amor. Sin amor, la fe es creencia muerta; pero el amor convierte a la fe en una fuerza poderosa, más allá de un mero asentimiento mental o emocional. El amor legitima la fe; la hace activa al permitirle que se exprese en frutos – obras de amor. Sin amor, la fe no nos aprovecha, es inoperante, es creencia fría y meramente filosófica.
La Biblia dice que “los demonios creen, y tiemblan” (Stgo. 2:19). Los demonios creen, pero no les aprovecha el creer por no ir acompañado de amor (porque espiritualmente están secos – muertos).
El amor le da un sentido práctico a la fe. La saca de ser una creencia intelectual o emocional para convertirla en una fuerza ardiente, vital y espiritual: sobrenatural.
El amor le da un valor espiritual a la fe. Pablo les dice a los Corintios (1era. Cor. 13:2): “… y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy”. De modo que es el amor el que le confiere valor a la fe, el que justiprecia la fe. El mejor avalúo de la fe es el amor. El amor nos dice realmente cuánto vale nuestra fe. No solo es cuestión de saber o creer, sino de cuánto se ama; de cuanto se traduce el saber y creer en elecciones y acciones amatorias que ministren a favor de las necesidades de otros y expresen amor a Dios.
La fe, pues, necesita ser operacionalizada a través del amor. 2Pd. 1:5-7 nos dice que el crecimiento fructífero de la vida espiritual es aquel que comienza con la fe y termina en el amor, que es el vínculo perfecto. “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, domino propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”.
¿Cultivas intencionalmente el amor como principio rector en tu vida?
Escrituras
Acerca de este Plan
Nuestra fe está conectada a nuestra relación con Dios. Tan fuerte e íntima como sea nuestra relación con Dios, así será nuestra fe. Nuestro nivel de relación con Dios determina nuestro nivel de fe. Hay tres actitudes que contribuyen a cultivar la relación con Dios y, por ende, fortalecer la vida de fe. Estas tres actitudes son: la obediencia, el amor y la devoción por la palabra de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/