Actitudes para cultivar y fortalecer la vida de fe Muestra

Fe: la única vía para conocer a Dios

¿Para qué le sirve la fe al creyente? o ¿qué le permite obtener la fe? Algunos creyentes responden con una perspectiva utilitaria diciendo: sanidad, o milagros, o finanzas, entre otras. En general los creyentes piensan en beneficios, pero la fe fundamentalmente nos permite relación.  

Hebreos 11:6 dice: “…porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay”. Ese es el objetivo de la fe: acercarnos (relacionarnos) a Dios. No hay otro camino para la intimidad, amistad y relación con Dios que el camino de la fe.

La fe es imprescindible para conocer a Dios y relacionarse con Él. Más que una capacidad para obtener cosas de Dios, la fe es la capacidad de relacionarnos con Dios. Por eso, cuando fallamos en la fe, en realidad fallamos en relacionarnos con Dios. La fe crece directamente proporcional a cómo crece nuestra relación con Dios. Y Dios es intensa y abundantemente accesible, amigable e intensamente relacional.

Las promesas de Dios están amarradas a una vida de comunión con Él

Las promesas más arrolladoras de la Biblia, y la seguridad de respuesta ante la oración de fe, están condicionadas a una vida de relación con Dios. Observemos algunos ejemplos:

• “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. (Juan 15:7).
• “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (1 Juan 5:14).
• “Y cualquiera cosa que pidiéramos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él” (1 Juan 3:22). 

Cada una de estos pasajes subraya la relación, la compañía, la comunión con Dios; la sincronización y alineación con Dios. Mientras más conocemos a Dios, mientras más conocemos su voluntad y más probabilidad tenemos de que nuestras oraciones sean hechas en fe y se alineen con su voluntad y sean concedidas.

¿Cómo es su nivel de intimidad con Dios?