Sabiduría de las historias del Antiguo Testamento Muestra

Barac y Débora 

El libro de Jueces del Antiguo Testamento, está lleno de historias de guerra asombrosas sobre el pueblo escogido de Dios, los israelitas. Cuando se aventuraron en la Tierra Prometida y comenzaron a tomar la tierra que Dios les había dado, hubo batallas que debían ocurrir. Hoy aprenderemos sobre una batalla única que involucra a una mujer que lideraba la nación de Israel. 

Aunque los israelitas eran el pueblo elegido de Dios, vivían en un ciclo tóxico de pecado continuo. Se apartaban de Dios, luego adoraban ídolos, luego eran oprimidos, luego clamaban a Dios, y luego Dios los salvaba. Y una vez que Dios los salvaba del peligro, ellos se apartaban de Él nuevamente. Repetían el mismo ciclo, cada año.

Jueces 4 comienza declarando que los israelitas habían sido oprimidos por los cananeos durante 20 años. Débora era la jueza que dirigía a Israel en ese momento, por lo que llamó a un hombre llamado Barac y le dio la orden de llevarse diez mil hombres al monte Tabor donde les entregaría en sus manos a Sísara, el comandante del ejército cananeo. Y esta fue su respuesta:

Barac le dijo: Solo iré si tú me acompañas; de lo contrario, no iré.
— Jueces 4:8 NVI

Para hacer la historia corta, Débora los acompañó y los israelitas obtuvieron la victoria contra los cananeos. Barac mostró fuerza y ​​liderazgo, y Débora mostró una ferocidad sin igual. 

Para terminar esta historia, saltemos al libro de Hebreos en el Nuevo Testamento. Los cristianos suelen llamar al capítulo 11 “Salón de la Fe”. Aquí se menciona a los héroes del pasado por su fe en circunstancias difíciles:—Noé, Moisés, Rahab, por nombrar algunos. El versículo 32 nos muestra una adición interesante a este grupo de hombres y mujeres fieles. 

¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas,— Hebreos 11:32 NVI

En la misma oración que otros guerreros asombrosos y personas de fe, encontramos a Barac. El hombre que tenía miedo de ir a la batalla y que no pelearía a menos que Débora una mujer, fuera con él. La fe aquí vino de Débora, sin embargo, no se la menciona en ninguna parte del Salón de la Fe en Hebreos 11. Considere estas conclusiones de esta historia.

Hasta los líderes sienten miedo
La gente asume que un líder nunca tiene miedo y siempre está lleno de fe. Este no es siempre el caso. Dios le ordenó a Barac que dirigiera el ejército, pero tenía miedo. Esto lo llevó a prácticamente rogarle a Débora que fuera con él. El hecho de que alguien sea un líder no significa que no tenga miedos con los que luchar. Sin embargo, entrar en la batalla o en una situación a menudo genera fe y convierte la debilidad en fortaleza. 

Nunca se sabe quién está detrás del éxito de alguien
A menudo vemos líderes y pensamos que el trabajo que hacen es asombroso. Pero los buenos líderes le dirán que no pueden hacerlo solos. Por lo general, hay un equipo de personas alrededor de ellos que los ayuda a tener éxito. Y la mayoría de las veces, las personas que rodean al líder nunca serán conocidas por cómo ayudan y sostienen al líder en tiempos difíciles.