Villancicos: Un devocional de NavidadEjemplo

Ven, oh ven Emanuel

¡Regocíjate! ¡Regocíjate! Emanuel,
vendrá a ti, oh Israel.


Una y otra vez, los israelitas se encontraron separados de Dios, siempre por sus propias obras. Y Dios, eventualmente, los libraría, solo para volver a ser traicionado por Su pueblo escogido. Así encontramos dos temas constantes en el Antiguo Testamento:

Los israelitas, sin importar lo mucho que lo intentaran, eran infieles a Dios.
Dios permaneció fiel y cumplió las promesas que Él les había hecho.

A través de Sus profetas, Dios hizo muchas promesas. Isaías 7:14 dice: “Por tanto, el Señor mismo os dará una señal; He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel". El nombre Emanuel se traduce como “Dios con nosotros”. Es una promesa notable: el Ser Supremo y Creador del universo promete hacerse presente físicamente con las personas que han demostrado ser indignas.

En una de las canciones navideñas más sombrías: “Oh, ven, oh, ven, Emanuel”, hay una tensión abrazada dentro de Israel. Están en el exilio, separados de Dios una vez más. Con una perspectiva sobria, eligen regocijarse en la promesa que Dios les ha hecho. Sin nada más a lo que aferrarse, en medio de la desesperación y la soledad, recuerdan y proclaman la promesa de que Dios estaría con ellos, sabiendo que, a pesar de su infidelidad, Dios es fiel a Sus promesas.

Nadie podría haber esperado que un bebé en un pesebre fuera el comienzo del plan perfecto de Dios para estar “con nosotros”. Y sin embargo, así es exactamente como Dios cumplió Su promesa.

¿Estás esperando que Dios cumpla una promesa que ha hecho? ¿Sientes una sensación de soledad o exilio? ¡Regocíjate! ¡Regocíjate! A través de Cristo, Dios se ha hecho presente. Su fidelidad es mayor que nuestro fracaso. ¡Y Su presencia es toda la razón por la que necesitamos, una vez más, regocijarnos!

Pregunta:

Ya que Dios es “Emmanuel”, ¿cómo está Dios contigo en esta temporada navideña?