Villancicos: Un devocional de NavidadMuestra

¡Ding Dong! Alegremente en las alturas

¡Ding Dong! Alegremente en las alturas
En el cielo suenan las campanas:
¡Ding dong! De verdad el cielo
Se desgarra con el canto de los ángeles.


Parece que tenemos tantas campanas y repiques en nuestras vidas. Sea que el microondas avisa que los nuggets de pollo “caseros” están listos, el auto anuncia que el cinturón de seguridad está desabrochado, o el súper molesto “¡Aaaeee! ¡Aaeeee! ¡Aaeeee!” sonido del despertador atravesando el dormitorio para sacarnos del sueño; nuestras vidas están rodeadas de ruidos y alarmas. Y estas pueden significar tantas cosas diferentes.

De este clásico y hermoso villancico se dibuja una imagen de las campanadas de celebración del cielo. Es casi como si el autor de esta canción describiera la forma de escuchar una llamada del cielo. En pasajes diferentes, las Escrituras describen cómo alguien escuchó de Dios. En unos casos era un sonido retumbante como un trueno y en otros; una voz suave y apacible.

¿Alguna vez has escuchado ese suave susurro llamándote como a Elías en 1 Reyes 19:12? Dios puede llamarnos de muchas maneras diferentes. Pero a lo que Él llama a cada uno de nosotros es único. Puede que te esté llamando para ministrar a un amigo que pasa por una temporada festiva difícil, o tal vez te llama a una nueva profesión. Dios puede usar médicos para servir a los que no pueden pagar el tratamiento, contratistas para construir una escuela en un país pobre, o a un jardinero para cortar el césped de una anciana viuda. Cualquiera que sea tu talento, Dios puede usarlo para bendecir a otros. Lo importante es que escuches Su voz, como las hermosas campanadas del cielo. Él te está llamando a ser una luz en la vida de alguien esta Navidad.

Por tanto, puedes posponer la alarma del despertador, pero responde al llamado del Padre en tu vida.

Preguntas:

¿Cómo has escuchado de Dios en el pasado?

¿Qué te está llamando Dios a hacer por otra persona en esta Navidad?