Coronavirus y CristoMuestra
Dios está enviando juicios divinos específicos
Algunas personas se contagiarán con coronavirus como un juicio específico debido a sus actitudes y acciones pecaminosas.
El hecho de que toda miseria sea resultado de la Caída —resultado de la entrada del pecado que menosprecia a Dios— no significa que todos los sufrimientos individuales sean juicios específicos causados por pecados personales. Por ejemplo, la causa del sufrimiento de Job no fueron sus pecados, como lo aclara la primera frase de ese libro: “En la región de Uz había un hombre recto e intachable, que temía a Dios y vivía apartado del mal. Este hombre se llamaba Job” (Job 1:1).
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Sin embargo, Dios a veces usa la enfermedad para traer juicios particulares sobre quienes lo rechazan y se entregan al pecado. […] En Hechos 12, el rey Herodes se exaltó a sí mismo permitiendo que le llamaran dios. “Al instante un ángel del Señor lo hirió, porque no le había dado la gloria a Dios; y Herodes murió comido de gusanos” (Hch 12:23). Dios puede hacer lo mismo con todos los que se exaltan a sí mismos. Por esto, nos debería sorprender que muchos de nuestros gobernantes no caigan muertos todos los días por causa de su arrogancia ante Dios y los hombres. Dios refrena Su ira, y esa es una gran muestra de misericordia.
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Por todo esto, no podemos decir simplemente que el coronavirus es un castigo para todo el que lo padece. El cristiano más amoroso y lleno del Espíritu, cuyos pecados son perdonados por medio de Cristo, puede morir a causa del coronavirus. Sin embargo, es correcto que todos examinemos nuestro propio corazón para discernir si nuestro sufrimiento es un juicio de Dios por la forma en que vivimos.
Si venimos a Cristo, podemos estar seguros de que nuestro sufrimiento no es un juicio de Dios para castigarnos. Lo sabemos porque Jesús dijo: “Ciertamente les aseguro que el que oye Mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida” (Jn 5:24). No hay condenación para los que están en Cristo Jesús (Ro 8:1). Es disciplina, no destrucción, “porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo” (Heb 12:6).
Escrituras
Acerca de este Plan
En la actualidad se percibe la fragilidad de este mundo. No vale la pena poner tu esperanza en algo tan frágil como la probabilidad. Hay una mejor opción: una Roca segura en lugar de la arena de las probabilidades. Este contenido proviene del libro escrito por John Piper a finales de marzo del 2020, luego de que se declarara el inicio de la pandemia conocida como el coronavirus, o COVID-19.
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Nos gustaría agradecer a Poiema Publicaciones por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.poiema.co