¿Qué puedo hacer cuando soy tentado?

Ir ante Dios, inmediatamente

Cuando seas tentado recuerda la promesa: “No han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también la salida a fin de que puedan resistir" ( 1 Corintios 10:13).

Dios no permitirá que seamos tentados sin darnos la fuerza para vencer. A la inversa, Satanás no desperdiciará su tiempo tentándonos con algo que sabe que podemos vencer con nuestra fuerza. 

Cada vez que seas tentado, recuerda que no puedes ganar la batalla sin la ayuda de Dios. 

Perfecciona el reflejo de entregar inmediatamente toda tentación al Padre. 

Pídele su poder. 

Dejála en Sus manos. 

Llévala ante Dios, inmediatamente.

Examina las consecuencias.

¿Qué sucede si no lo haces?

Nuestros pecados secretos serán juzgados por Dios: “Dios juzgará toda obra, buena o mala, aún la realizada en secreto ” ( Eclesiastés 12:14).

Jesús nos advirtió: “No hay nada encubierto que no llegue a revelarse, ni nada escondido que no llegue a conocerse. Así que lo que ustedes han dicho en la oscuridad se dará a conocer a plena luz, y lo que han susurrado a puerta cerrada se proclamará desde las azoteas” (Lucas 12:2–3).

Nuestras palabras serán juzgadas: “Yo les digo que en ese día del juicio, todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado ” (Mateo 12:36–37).

Pedro hizo una lista de pecados sin confesar y declaró que los que los practican “tendrán que rendirle cuentas a aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos” (1 Pedro 4:5).

¿Qué les sucederá?

“Su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno… si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo pero como quien pasa por fuego” (1 Corintios 3:13, 15).

Pecados, pensamientos y palabras impías no confesadas serán revelados y quemados en el juicio. Porque el cielo es perfecto, esto no puede entrar, deben ser quemados y destruidos.

El pecado es eliminado y se pierde la recompensa.

Cuando seas tentado y sientas necesidad de hablar con Dios, no te alejes de Su presencia. 

En ese instante de necesidad, corre hacia Él.