Cómo hice lo que hiceMuestra
Mi nombre es Jorge Paretti, gerente general de Alfajores Vimar & Trassens. Vendemos en promedio 1.000.000 de alfajores (chocolate pies) diarios.
Cuando me enteré que mi suegro estaba atravesando por una situación difícil, me propuse a ayudarlo 3 meses. Así ingresé a la empresa que hoy dirijo. En aquellos días, la deuda era tan grande que iba a ser una carga impagable no solo para mi familia, sino para mis hijos y nietos. No podía más, y en una reunión familiar les pedí a mis padres y mis hermanos arrodillarnos delante de Dios y clamar en oración. Elegimos honrar la deuda, y al cabo de 2 años, pagamos todo. Lo que era imposible a ojos de contadores, abogados y empresarios, Dios lo hizo posible.
Pero cuado todo estaba encaminado, vino la soberbia. Proverbios 16:18 dice: “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso”. Me había olvidado de lo que Dios había hecho. A partir de ese momento, la empresa comenzó a caer como de 10.000 metros de altitud sin paracaídas. Lo que se había construído durante 12 años, se desmoronó en apenas 18 meses. Fue en ese proceso que experimenté ese miedo que te paraliza, te bloquea, y te lleva a senderos que no sabes dónde terminan. El miedo es lo opuesto a la fe. Por eso hay que confiar en el Señor (Proverbios 3:5-7).
Es ahí cuando valoré a mi familia, porque estuve a punto de perderla. Por eso digo:
“Conéctate con Dios primero, con su familia segundo, y luego con tu trabajo”.
Dios tuvo que llevarme a la fuerza a un evento para hablarme, y preguntarme: “¿Qué más tengo que hacer para que me creas?” Me pasé días enteros llorando. A partir de ese instante todo cambió, y nunca volví a ser el mismo. Dios me dijo: “Hace mucho que estaba esperando que me digas esto. Ahora verás lo que voy a hacer”.
Dios opera de manera sobrenatural también en el mundo de los negocios.
Dios es fuente de todo. Si tú consideras a Dios como fuente de todo, vas a ser bendecido para bendecir según la promesa de Génesis 12:2.
Escrituras
Acerca de este Plan
En un mundo donde la corrupción es moneda corriente, los empresarios cristianos sostenemos que la integridad tiene un alto valor. Consideramos nuestro ámbito de trabajo como una herramienta relevante para hacer que los principios del Reino desciendan al ámbito terrenal. Este mundo agobiado necesita profesionales y empresarios que trabajen con ahínco para generar ingresos lícitos, transparentes y que sean movilizados para el desarrollo del bien común.
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Nos gustaría agradecer a La Cuarta Dimension Latinoamerica por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.amazon.com/-/es/Ariel-Kim-ebook/dp/B089DN36GF