Cómo hice lo que hiceMuestra

Soy Ariel Kim, director de La Cuarta Dimensión Latinoamérica.

Mi padre era uno de esos pastores que pensaban que el ministro cristiano debía ser un profesional a la vez. Lo único y poco que sabía era el idioma inglés, entonces decidí comenzar la carrera de traductorado público. Alcancé a traducir y publicar mi primer libro en el año 1999. Cuando recibí la remuneración por la traducción de unos 2000 dólares, siempre pensé en ofrendarle el diezmo a Dios. Pero mi padre me dijo: “Debes dar la primicia”. Pensé: ‘¿Dar la primicia por algo que no se si va a haber una segunda o una tercera remuneración?’ Al final, di la primicia sin saber de que Dios me sorprendería de sobremanera en los siguientes años. Durante esos días, sentí una sensación de autorealización tremenda de tal manera que me daba por pleno, y sentía que ya no quedaban más cosas por hacer en esta vida, y podía morir tranquilo.

Pero Dios se me acercó en una visión, y me preguntó:

“¿Cuántos libros quieres?”

Observé un estante de libros, y empecé a contar. “Uno, dos, tres… quince… veintisiete”. Y como no podía contar más, dije una cifra astronómica:

“¡Quiero 100 libros!”

Dios habla mediante los sueños y las visiones (Hechos 2:17). Con el tiempo, me propuse en plasmar mi testimonio personal en un libro. Y empecé a escribir. Jamás me imaginé recibir tantas invitaciones por haber escrito un libro. He alcanzado el 70% de la meta, pero no considero importante ponderar en eso como si fuera un récord a batir.

Abraham contó estrellas.

Yo cuento libros.

El libro es una herramienta importante que Dios escogió para dar a conocer el mensaje de la salvación. Lo que determina nuestra entrada al reino de los cielos es también un libro. “Solo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero” (Apocalipsis 21:27).

Para aquellos que quieren ser profesional en la industria editorial, quisiera dejar 3 tips.

Primero, valora el libro.

Segundo, la clave es el contenido el cual debe ser distintivo por excelencia. Pero como cristianos tenemos un mensaje que no lo tiene nadie, y es el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Tercero, deja que una editorial evalúe tu material.

Si tienes un mensaje que comunicar y estás convencido que puede ser de bendición a mucha gente, anímate, y déjate inspirar diariamente por el libro de los libros: La Biblia, la palabra de Dios.