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Hombres De IntegridadMuestra

Hombres De Integridad

DÍA 5 DE 10

Salomón: Un hombre que no pudo terminar bien

Salomón tenía todo a su favor cuando fue coronado como rey. Como a un genio en la botella, Dios le concedió a Salomón su mejor deseo, y debido a que Salomón pidió sabiduría, Dios se la concedió y le dio riquezas, honor y una larga vida. La sabiduría de Salomón se hizo evidente muy rápidamente. Él ganó mucho reconocimiento en la decisión que hizo en una batalla entre dos mujeres por la custodia de un bebé (1 Reyes 3.24-25); y como lidió con los acertijos de la reina de Sabá (10.1).

Salomón escribió 3.000 dichos sabios y 1.005 canciones (4.31-34), tal era su sabiduría que reyes de todas las naciones enviaron embajadores a que aprendan de él (4.30). Salomón también se hizo muy rico, junto con obtener 25 toneladas de oro al año a partir de fuentes regulares, recaudó más de comerciantes, mercaderes, reyes de Arabia y de los gobernadores. El oro era tan abundante en el reino que la plata era casi inútil (1 Reyes 10.21). Dios no le permitió a David, el padre de Salomón, que le construyera un templo, ese honor estaba reservado para Salomón (1 Reyes 6—7), y él hizo un muy buen trabajo. El templo de Salomón fue la joya de la corona de los judíos por casi 400 años. Salomón fue un líder eficaz; derrotó a los enemigos que desafiaron su liderazgo y consolidó las tribus de Israel en una sola nación; su reino iba desde el río Éufrates (en el norte) hasta el río de Egipto (en el sur) y desde el mar de arena (Arabia) al mar Mediterráneo.

A pesar de toda su sabiduría, riquezas y el poder, Salomón no acabó bien, sus excesos le hicieron daño. Sus programas de construcción (1 Reyes 5—7) paralizaron a su pueblo con impuestos y trabajo; peor aún su colección extravagante de mujeres (1.000 esposas y concubinas) erosionó su devoción a Dios. Al punto que Salomón construyó altares para los dioses de sus esposas y concubinas (11.5-8), donde ellas podrían quemar incienso y ofrecer sacrificios; él incluso se unió a ellas en la adoración. El resultado fue que Dios, “un Dios celoso” (Éxodo 20.5), se enojó tanto con Salomón que rasgó el reino del “sabio” y dio la mayor parte a un siervo (1 Reyes 11.11).

Salomón pidió sabiduría, pero la desperdició; sus adquisiciones extravagantes ocasionaron que su devoción a Dios, quien le había dado todo, se quebrantara irremediablemente.

Escrituras

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Acerca de este Plan

Hombres De Integridad

El plan de lectura "Hombres de Integridad" presenta el testimonio bíblico de los hombres de la Biblia extraídos del devocional de bolsillo Hombres de integridad, publicado en 1998 por Promise Keepers y Christianity Today International.

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Nos gustaría agradecer a Editorial Patmos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.editorialpatmos.com