Más que optimismo: ¡una fe obediente!

Nosotros los brasileños somos optimistas, y así es como la gente de todo el mundo nos describe. Tengo que admitir que creer que las cosas mejorarán aún en escenarios caóticos, es algo que no se ve en todas partes. A veces pienso que la fuente de nuestro optimismo es estar rodeados de tanta belleza natural y de gente tan hospitalaria y amigable. Pero sin duda hay muchos otros factores que considerar también.

En las dos últimas décadas, Brasil ha experimentado un gran aumento en el número de evangelistas. Hay una expresión muy conocida en Brasil que dice: "¡Dios es brasileño!"; en momentos de gran expectación, o luego de un gran triunfo cuando nuestro equipo de fútbol logra una gran victoria, alguien citará esa expresión. Representa tanto el optimismo de Brasil y la forma en que su gente dirije sus vidas.

Pero para los que creemos en el evangelio, las razones para nuestra esperanza son contrastantes. Nuestro optimismo no se basa en la posibilidad de mejorar situaciones pasajeras. Se basa en la certeza de que el reino de Dios está cerca y en las Buenas Nuevas de Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios, como lo anunciaron los profetas y lo confirmó el evangelista Marcos (Marcos 1:1-4). 

Para presentar a Juan el Bautista, Marcos cita a dos profetas con el fin de generar una fe verdadera en sus lectores y señalar  lo que realmente deben creer. Lo que vemos en el Evangelio sobre Juan el Bautista es más que optimismo; es una fe obediente. Él cumple su misión en la gran historia de Dios, se comporta como Su mensajero, predica el arrepentimiento para el perdón de los pecados a un pueblo religioso, no se rinde frente a la resistencia de los líderes religiosos y permanece humilde aún cuando el número de sus seguidores crece. Y cada vez que bautiza a los que se arrepienten, les anuncia que Jesús los bautizará con el Espíritu Santo (Marcos 1:8). Juan cumple su ministerio y logra el propósito de su existencia.

Queremos que nuestra nación supere el optimismo humano y alcance la etapa de una fe obediente. Que nuestro gozo se complete al cumplir el propósito de nuestra existencia. Que el Evangelio llegue a todas las personas. Y que encontremos en Juan el Bautista inspiración para el ejercicio de un ministerio completo. 

Petición de oración: 

· Ora por cada misionero enviado desde y hacia Brasil.

· Ora por la iglesia brasileña y por todos los pastores y líderes.