Siria: la cuna de la civilización

La Gran Siria es reconocida como la cuna de la civilización. En la antigüedad, fue ocupada por varios imperios, incluidos los babilonios, hititas, asirios, sumerios, amorreos, cananeos, griegos, fenicios, persas y romanos. Hoy alberga dos de las ciudades más antiguas del mundo: Damasco y Alepo.

Siria también es importante en toda la Biblia. La ascendencia de los sirios se remonta hasta el rey Aram, nieto de Noé. ¿Y quién no conoce el famoso camino a Damasco, donde Jesús conoció a Pablo? Según el libro de los Hechos, los creyentes fueron llamados cristianos por primera vez en la antigua Siria. La nación también es importante por la relación que mantiene con la nación de Israel.

Aunque Siria es una de las regiones habitadas más antiguas del mundo, ahora es un lugar abandonado para millones de personas. Desde el inicio de la guerra civil de Siria en 2011, más de 6.7 millones de personas han huido de Siria y han buscado refugio en otros países. Otros 6.1 millones fueron desplazados internamente en 2018. Los niños constituyen casi la mitad de la población afectada. Por desgracia, esto es por lo que esta región majestuosa es conocida actualmente.

Los países vecinos y lejanos albergan millones de almas afectadas con mentes confundidas, corazones rotos y espíritus destruidos. Huyendo en medio de los bombardeos, las familias no pueden darse el lujo de llevarse sus pertenencias. Llegan a los campos de refugiados careciendo de las necesidades básicas, incluyendo sus documentos de identidad. Lo único que tienen estas personas es la esperanza de volver algún día a casa.

Jesús dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abudancia" (Juan 10:10). En medio de la confusión y la incertidumbre, el Padre amoroso está obrando. Aunque los refugiados no puedan cumplir su sueño de regresar a su patria, miles están encontrando una esperanza inagotable de un hogar eterno. ¡Como la luz en la oscuridad, Jesús viene al rescate!

Mientras Jesús estaba teniendo una conversación sincera con los discípulos antes de Su crucifixión, los consoló prometiéndoles que regresaría para llevarlos a la casa del Padre (Juan 14:1–14). Puede que estés sufriendo ahora mismo. Es posible que hayas perdido a un ser querido, o tal vez estés enfrentando persecución, sufrimiento mental, un conflicto con alguien cercano o una prueba en tu matrimonio. Cualquiera que sea tu batalla, ¡no es el final! ¡Puedes encontrar paz hoy, sabiendo que por Su sangre, Jesús ha escrito un nuevo comienzo para todos los que creen en Él!, entendiendo que nuestra vida en esta tierra representa una pequeña parte de nuestra existencia que puede desviar nuestra atención de las cosas temporales que nos alejan de lo que es eterno. Los puestos, bienes, trabajo, carrera, opiniones, religión, apariencia, decisiones, nada de esto es eterno. Pero Dios, Su Palabra y tu alma sí lo son. Invierte tu tiempo, energía y recursos en cosas eternas. 

Petición de oración:

·  Millones han sido afectados por la guerra en Siria. Ora por sanidad física y emocional, reencuentros de familias separadas, restauración de hogares, oportunidades para una buena educación, así como laborales.

·  Ora por la paz en esta región.