La fe y las obras

El pueblo camboyano es muy espiritual. En el fondo de su corazón creen que Dios existe. Saben que hay un cielo y un infierno; para ellos, es muy real. Sin duda, nadie quiere ir al infierno; todos quieren ir al cielo después de esta vida. 

A los camboyanos se les muestra desde pequeños a adorar a Buda, y se les enseña que respetar y adorar a los monjes, y quemar incienso en los altares los beneficiará. Creen que cuando adoran a los monjes, están adorando a Buda. Y creen que las ofrendas que presentan en los templos budistas y las buenas obras que hacen ayudan a su espíritu y alma a escapar del infierno e ir al cielo cuando mueren. Buscan hacer buenas obras para Buda con el fin de ir al cielo o permanecer en el infierno un tiempo más corto. 

Pero la Palabra de Dios muestra el verdadero camino al cielo, y esta verdad debe compartirse con el pueblo camboyano. 

Está escrito en la Santa Biblia que solo existe un camino al cielo, y es por medio del Señor Jesucristo. La salvación y el camino al cielo se encuentran solo a través de Jesucristo. Y es solo por medio de la fe en Él y por Su gracia que somos salvos. 

Pero, creo que aunque no somos salvos por buenas obras, somos salvos por la fe en Jesucristo para hacer buenas obras. La buena obra es la prueba de la verdadera fe en Cristo. La verdadera fe en Jesucristo produce buenos frutos. La Biblia dice: "Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil" (Santiago‬ ‭2‬:‭17‬ ‭NTV‬‬).

Por lo tanto, como seguidores de Jesús, debemos dejar que nuestra luz brille aún más a través de nuestras buenas obras. La gente necesita ver que al predicar la salvación por la fe en Cristo, no estamos menospreciando las buenas obras; estamos elevándolas a un nivel más alto. Estamos llamados a ser la luz y la sal del mundo a través de nuestras palabras, acciones y buenas obras. 

Esto es lo que hay en mi corazón: que nosotros, como seguidores de Jesucristo, mantengamos nuestra verdadera fe en Jesucristo, junto con un firme compromiso de dejar que Su luz brille a través de nuestras buenas obras a donde vayamos. Entonces la gente podrá testificar que somos Sus discípulos.

Petición de Oración:

Los jóvenes constituyen un tercio de la población de este país. Alrededor del 30 por ciento de los camboyanos viven bajo el nivel de pobreza, lo que hace que los niños sean susceptibles a la desnutrición y a condiciones de vida marginales.