La paz es una personaMuestra

La paz es plenitud

El diccionario define pazcomo una situación de libertad o tregua donde no existe guerra; una relación de armonía, tranquilidad, quietud y calma.

Esta definición es lo que desea toda relación. Para la mamá, la tregua de la guerra podría venir del malhumorado bebé que finalmente hace su siesta o que los impredecibles adolescentes se vayan al colegio. Para un matrimonio difícil, podría ser que el exigente cónyuge se vaya a trabajar o viaje. Pero el advenimiento de la Paz entrando al mundo humano no erradicó guerras, colapsos en las relaciones o estrés. La realidad es que nuestros problemas relacionales parecen estar peor que nunca con la presión del mal y la oscuridad. Encontrar la paz en nuestras relaciones personales debe venir de algo más que de soluciones temporales.

La Palabra de Dios nos ofrece una definición diferente sobre paz: en hebreo es, shalom.

Shalom es el estado de armonía y plenitud; bienestar de la mente, del alma y del cuerpo. Shalom trae Paz. Shalom es hacerpaz. 

Hacer la paz era el propósito de Jesús al venir al mundo. Su vida demostró la manera de hacer la paz: al dar, amar y sacrificarse por los demás. Hacer la paz no es siempre fácil ni simple, más bien es costoso. Hacer la paz requiere morir. Jesús sacrificó Su vida como el cordero perfecto para que podamos vivir eternamente; y es nuestra propia muerte al egoísmo la que permite que otros se levanten.

Hacer la paz es a menudo doloroso y requiere configurar todo al modo justo— de justicia. Significa morir continuamente a uno mismo y vivir intencionalmente de lo que Cristo ha hecho por ti. Por Su shalom, podemos llevar la Paz dentro de cada situación y relación, sin importar la dificultad. Shalom ve dentro del quebrantamiento y lo restaura en plenitud soportando a los demás con paciencia y amor. 

Un pacificador está dispuesto a conversar, a decir lo que se debe decir en paz y amor en vez de hacer comentarios displicentes o callándose con dolor y rencor. Ser un pacificador no significa que dejes que otros te pisen o tener que caminar de puntillas por temor a lo que otros puedan decir. El pacificador habla siempre con amabilidad pero con firmeza contra la injusticia hacia los demás.

Pacificar no es avergonzar o demandar que alguien te apoye en tus problemas, ni es controlar o acallar a otros. En los conflictos, el pacificador escoge humildes palabras de paz y valientemente busca otras para hacer entrar en razón en vez de buscar tener la razón. Pacificar representa una ofrenda de gracia y proveer una acción de amor y verdad, en vez de demostrar su acierto.

El pacificador está dispuesto a colocarse en el centro y a veces eso no es placentero; es complicado. Con nuestros hijos, es necesario tomar el tiempo para sentarnos y tener una conversación acerca de sus sentimientos y su corazón. Con otros, es estar dispuesto a sacar los problemas a la luz en vez de encerrarnos continuamente. El pacificador es un constructor de puentes para las relaciones, contrarresta los destructores poderes del pecado y la oscuridad a través de Su shalom.

Jesús presentó un desafío y una promesa en Mateo 5:9: Los pacificadores serán llamados hijos de Dios. En un mundo lleno de contienda, conflictos y hostilidad, Él nos instruye hacer la paz de Su paz.

Tu habilidad y éxito al buscar la paz con los demás comienza por dar lugar a la paz en tu propio corazón, porque la paz es una Persona,