VIDAMuestra
¿Con qué actitud leo y estudio la Biblia?
Cuando empezamos a estudiar teología, el conocimiento de Dios nos impacta, nos confronta, nos cambia la mente... nos embriaga. Y es importante no perder el verdadero sentido de ese estudio. Y es que no se trata de conocerla por enriquecer nuestro intelecto, se trata de encontrar comunión con el Padre, de que nuestra vida sea impactada por ella, y se trata de hacerlo con el Espíritu Santo como guía para no perder el rumbo.
Solo el Espíritu Santo permite que el conocimiento que podemos adquirir por medio de las Sagradas Escrituras sea algo que llegue a nuestro corazón y lo cambie. No puede haber comunión con el Padre si no comprendemos cuánto le necesitamos y cuánto puede guiarnos, pues precisamente eso es lo que logramos cuando leemos la Biblia con el corazón en la mano: nuestra vida cambia.
Nuestro pastor citaba: “No es lo mucho que sabes de Biblia, es lo mucho que vives la Biblia”. Si nos quedamos solamente con el conocimiento, terminaremos cayendo en legalismos y religiosidad como la que tenían los escribas y fariseos en tiempos de Jesús. Quienes conocían la Palabra de Dios por completo, la recitaban con denuedo, pero que en su actuar solo había auto-adoración por saber tanto, y olvidaban el mandato más grande de Dios: no adorar dioses ajenos.
Esta disciplina espiritual busca también alimentar la comunión con Dios. No olvidemos que es para fortalecer nuestra relación con Él, para rendirle adoración conociendo quién es Él a cabalidad, y teniendo un marco de referencia para comprender lo que vivimos y enfrentamos en el día a día. La Palabra es como agua viva, que nos da aliento, nos da vida. De nada sirve el conocimiento si no se vuelve vida.
¿En resumidas cuentas... de qué habla la Biblia?
En este pasaje, Jesús no le está diciendo a sus discípulos que estudien las Escrituras... le está diciendo a los escribas, fariseos y maestros de la ley que sigan escudriñando la Palabra de Dios, porque ellos les parecía en ese conocimiento pensaban que estaba la vida eterna. Pero Él les dice que, si lo hacen, si buscan bien, a quien van a encontrar es a Jesús mismo.
La Biblia solo tiene un centro: Jesús mismo.
- Empieza con la creación, y vemos más adelante, que es Jesús quien lo creó todo, quien mantiene y sostiene la creación.
- Comprendemos cómo Dios reinaba sobre todo hasta que el hombre pecó, y comenzó a reinar el pecado y la muerte.
- Dios promete que habrá salvación del pecado, y elige a un pueblo, Israel, para que ahí nazca ese salvador. Un pueblo en el que Dios ha intervenido sobrenaturalmente desde el inicio del linaje, y es preservado y cuidado para que nazca el Mesías. Dios desea reinar sobre ellos, pero son rebeldes, inconformes, pecadores.
- Vemos que finalmente se cumple la promesa y Jesús es Dios hecho hombre, quien viene a anunciar ese Reino perdido en el Edén por el pecado.
- Y vemos cómo el anuncio del Evangelio del Reino de Dios comienza a esparcirse por la tierra, y lo hará hasta que se consumen los tiempos y el Salvador regrese, y finalmente se instaure el Reino en la tierra, y como dice Efesios: todas las cosas sean reunidas en Cristo.
Este breve resumen es, por demás, algo demasiado escueto para revelar todo lo que hay en la Palabra de Dios, pero teniendo en mente esta orientación, podemos encontrarle sentido a cada libro, a diferentes pasajes y versículos. Realmente, el sentido final de las Sagradas Escrituras es algo que deberemos encontrar por nosotros mismos leyendo la Palabra. Si nunca la has leído por completo, empieza hoy.
Escrituras
Acerca de este Plan
Encuentra vida a través de las escrituras en medio de la tormenta.
More
Nos gustaría agradecer a Heaven Church por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/weareheavn/