VIDAMuestra

¿Cuál es el objetivo final de que vivamos en oración?

No oramos para pedir solamente, aunque debemos poner delante de Él toda necesidad; no oramos para no pecar solamente, porque por supuesto, eso nos ayuda a librar la tentación de hacerlo. No te reúnes con un amigo al que amas solo para intercambiar tus ideas con él o ella, sino para que la amistad de ustedes crezca. Del mismo modo, la oración busca que tengamos comunión con nuestro Padre, esa unidad que es posible gracias a la cruz de Jesucristo, y que logramos por medio del Espíritu Santo. Es lo que alimenta nuestra relación con Él, nuestra vida con Él, y que establece un excelente escenario para que podamos modelar a Jesús.

Ser un discípulo de Cristo, un hijo de Dios, es algo que se logra por medio de esta disciplina espiritual tan hermosa, en la que derramamos nuestra alma delante del Señor, en la que compartimos con Él nuestro día a día, nuestras alegrías y tristezas, nuestros momentos de triunfo y de fracaso, en la que pedimos perdón y su amor nos consuela, en la que su voz nos confronta sabia y firmemente.

Oremos, no solo cuando deseemos algo que el Señor nos pueda dar, oremos todo el tiempo, sin cesar, porque deseamos vivir todo el tiempo delante de Él, porque su presencia en nuestra vida es hermosa y la hace increíble. Así como puedes intercambiar WhatsApp con tu amigo o amiga más íntimo, y lo haces todo el día

en todo tiempo... así precisamente, puede intercambiar palabras, deseos, inquietudes y preocupaciones con tu Señor, todo el tiempo. Sin cesar.