VIDAMuestra

¿Cuánto tiempo debo orar?

Escuchamos que hay personas que oran hasta por dos horas seguidas y nos admiramos. Y la Palabra de Dios nos pide que oremos sin cesar. Y pensamos cómo lograrlo si tenemos que hacer esto o aquello, salir muy temprano de casa, volver muy tarde... y a veces por cosas de la misma iglesia. Soy discípulo de Cristo y por servir, trabajar, discipularme, atender a mi prójimo... no me detengo a orar ¡Auxilio!

La verdad es que la oración sin cesar es más una actitud que una acción. No es andar por las calles con los ojos cerrados y las manos en alto, o de rodillas en medio de la oficina o la universidad (Ojo: no hay una postura específica para orar). Es comprender que en todo tiempo estamos delante de Dios. Él está ahí cuando necesitamos que esté y también cuando no quisiéramos que esté, porque lo que hacemos es totalmente desagradable para Él.

Cuando estás delante de tus padres, pastores, jefes o maestros... no actúas igual a que si solo estuvieras con tus amigos de confianza, ¿no? Pues orar sin cesar es recordar constantemente, mantener en nuestro pensamiento un hecho maravilloso: El Señor está con nosotros en todo tiempo, nuestra mente y corazón no están velados delante de Él. Escucha y observa todo lo que hacemos y hablamos. Es la actitud que debemos tener en su presencia... todo el tiempo.

Orad sin cesar es también una actitud de vigía. Todo el tiempo estamos expuestos al pecado, por nuestra carne somos presa de diferentes tentaciones, la oración sin cesar es la actitud por la cual podemos recurrir a la guía del Espíritu Santo en todo momento, son esos diez segundos que te puedes tomar antes de que de tus labios desborden palabras que ofenda o hieran, antes de que tu vida caiga en tentaciones o pecados terribles.