Venciendo El MiedoMuestra

¿Cuál es tu miedo?

¿Alguna vez has tenido miedo? Quizás, ¿A los ratones o a la oscuridad? 

Son miedos comunes y muy simpáticos, pero si somos honestos, todos le tenemos miedo a algo o alguien.  Es decir, todos hemos sentido miedo.  

Y en el tiempo que vivimos, el miedo esta en el aire.  La incertidumbre es la palabra clave y las malas noticias se propagan para provocarnos miedo ante lo desconocido, ante todo aquello que no podemos controlar.  

En la Biblia, miedo se dice fobos.  Y de allí se derivan la palabra fobia.   El miedo se transforma en fobia cuando se vuelve tan intenso que alcanza niveles irracionales.  ¡Imagínate! y hay por lo menos, unos 400 tipos diferentes como la aracnofobia o claustrofobia.

El miedo puede ser real o imaginario.  Pero sabes, sentir miedo está bien.  Sí, porque es una forma de protegernos y defendernos ante el peligro.  El problema está cuando se vuelve irracional e imaginario.  Cuando no sabemos a qué le tememos ni la causa. El miedo nos paraliza, hace actuar sin pensar, afecta la salud y nos hace huir.  

Si todos sentimos miedo, entonces la buena noticia es que todos podemos enfrentarlo.  ¿Cuál es tu miedo? Exprésalo con confianza.  Decir que lo sientes, es el primer paso para vencerlo. 

En el libro de Josué, el Señor le repite tres a Josué: “sé fuerte y valiente”.   Y es que le tocaba enfrentar lo desconocido, le correspondía una gran misión y temía fracasar.  Dios estaba formando su identidad, y esas mismas palabras son para nosotros hoy.  La Palabra de Dios nos da el valor para llegar a ser valientes.  La diferencia entre un valiente y un cobarde no es no sentir miedo, porque todos lo sentimos.  Sino es que, a pesar de sentir miedo, lo enfrentas y tomas acción, es decir, no te dejas paralizar, ni acobardar.  Ese es un valiente.  

Cada vez que estés frente a un desafío en tu vida, graba estas palabras y jamás olvides que en tu identidad hay una reserva de valentía impresionante: “Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas” (Josué 1:9 TLA).