Paz AbrumadoraMuestra

La ansiedad comienza en nuestras cabezas. Un pensamiento, falsa información, un recuerdo, o sobre pensar una situación, pueden ser los responsables de causar un caos en nuestras cabezas. Aquí es donde sigue entrando el arte de frenar. De tomar control sobre nuestros pensamientos y no que éstos nos dominen a nosotros. 1 Timoteo 1:7 dice: “Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”

Muchas veces vivimos en opresión y fracaso como si esa fuera nuestra única opción. Esto sucede por no conocer las verdades de Dios y su carácter. Dios nos ha dado autoridad, nos ha dado poder, y la capacidad de dominar nuestros pensamientos. Nos llama a someter nuestros sentimientos y emociones, nos llama a tener dominio sobre nosotros mismos. Si Dios tiene la capacidad, autoridad y poder para hablar y reprender las aguas y los vientos, ¿no crees que puede silenciar tus pensamientos?

Ese silencio, proviene de conscientemente identificar los pensamientos que te están abrumado, y reemplazarlos por verdades y promesas de Dios para tu vida. Nada se resiste ante la voz de Dios. Ni los demonios, ni la naturaleza, ni siquiera tu mismo, se pueden mantener firmes ante la presencia del Omnipotente. Todo se tiene que someter delante de los pies de Cristo, y por eso es necesario correr primeramente a Él y creer que Él tiene el control. Creer que nada de lo que estás sintiendo tiene más poder que lo que Jesús ya ha hablado sobre tu vida.

Aunque ya no vivo bajo el dominio de la ansiedad, en diversas ocasiones llega a tocar mi puerta. En esos momentos, tomo la decisión consciente de quedarme quieta, de no dar rienda suelta a mis pensamientos, y creer en la autoridad de Dios. Me imagino dentro de una barca, acostada junto a Jesús, viéndolo fijamente a los ojos. Con miedo, ansiedad, preguntas, pero llena de fe que sé que no me va a abandonar y que está en su poder y alcancé hablar con autoridad sobre lo que me abruma y llegar a esa paz.