Parábolas de JesúsMuestra
LA GRAN INVITACIÓN
Jesús está comiendo con religiosos. Hay un ambiente tenso por algo que dijo Jesús. Uno de los invitados trata de arreglar el momento incómodo, y lo empeora: “Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios!”. Y Jesús responde con esta parábola, dando a entender que no todos van a estar ahí.
Cuando alguien muere existe esa tensión, se dicen cosas como “Ahora, está en un lugar mejor. Pasó a mejor vida”. Pero Jesús dice no todos irán a la fiesta.
Así que Jesús cuenta esta parábola. Dios el Anfitrión prepara una gran fiesta. Manda invitaciones, y en esos días solía mandarse dos invitaciones a una fiesta.
La primera, para saber cuanta gente iba a venir. Luego en base a la gente que confirmaba, se hacían los preparativos. Y cuando todo estaba listo, mandaban una segunda invitación a los que habían confirmado, donde avisaban que todo estaba preparado.
Y al parecer, muchos invitados habían dado confirmación en la primera invitación, pero luego frente a la segunda invitación, se excusan y dicen que no pueden ir a la fiesta.
La idea principal es esta: La invitación a la fiesta nos ha sido dada. Esa fiesta representa la eternidad con Dios. Le podemos llamar: La vida eterna, El cielo, El paraíso.
Pero, muchas personas no avanzan hacia el reino por una mala excusa. “No estoy seguro de Jesús. Ahora no tengo tiempo. Estoy muy ocupado trabajando. Estoy en la universidad. Soy joven y quiero divertirme. Tengo que ocuparme de mi familia, etc.”
Personas que en algún momento dijeron: “Creo en Jesús”. Y Jesús les dice: ¡Entonces síganme!”. Pero ellos dicen, “No puedo. Ahora estoy ocupado”.
Jesús enseña que ser cristiano no es una decisión que se toma una vez y nada más. Es algo para toda la vida. Es un encuentro con Cristo, tan maravilloso, que produce una transformación tan radical, tan cataclismica; que la Biblia lo llama, un nuevo nacimiento. Donde Dios nos da su Espíritu Santo, nos da un nuevo corazón con nuevos deseos.
Entablamos una relación con el Señor, donde Él nos ama y nosotros le correspondemos. Luego seguimos profundizando la relación a lo largo de la vida, hasta que por fin culmina en el encuentro cara a cara con El en la eternidad.
La gente con la que Jesús está cenando, es representada en la parábola por los que no van al cielo. No asistirán a la fiesta porque no caminan con Él.
No todos los que piensan que irán al cielo, va a ir. No todos los que se creen cristianos, lo son de verdad. Algunos tal vez en algún momento levantaron su mano para ir a la fiesta, pero no se interesan por desarrollar una relación con Jesús, no lo están siguiendo.
¡Jesús quiere que vayamos al cielo! Que estemos con Dios y con su pueblo. Una fiesta a la cual nos ha extendido una invitación. Los que quieran ir a la fiesta son bienvenidos, pueden venir por medio de Jesucristo.
Esta es la idea central. Jesús ha mandado una invitación y muchas personas aceptaron, pero en realidad no se están preparando para ir. Entonces Jesús manda otra invitación.
Hoy Dios les manda una segunda invitación. Jesús es Dios y los ama de tal manera que dio su vida en la cruz. Luego resucitó, venciendo a la muerte, al pecado y a Satanás. Ascendió a los cielos. Y se sentó en su trono.
La tumba está vacía, el trono está ocupado. ¡El es el Rey de reyes! Y tiene una fiesta preparada para nosotros en la eternidad. Pero tienes que venir a la fiesta. ¿Aceptarás la invitación de Jesús?
Escrituras
Acerca de este Plan
Las parábolas de Jesús son los relatos más famosos de la historia del mundo. Una parábola es una pequeña historia que contiene una gran enseñanza. Una pequeña historia que encierra una gran verdad. Mateo 13:35 nos dice que a través de las parábolas Jesús daba a conocer cosas escondidas desde antes de la fundación del mundo. Te invito a descubrir estos tesoros juntos.
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Nos gustaría agradecer a RightNow Media por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://es.rightnowmedia.org