Parábolas de JesúsMuestra

GRATITUD Y CONFIANZA

Esta parábola tiene como destinatarios principales a los líderes religiosos que se oponían a Jesús. Ellos se caracterizaban por ser orgullosos y confiar en su propia justicia, en sus buenas obras; en lugar de confiar en la gracia de Dios. Ellos creían que, por cumplir ciertas leyes, merecían mayor bendición que los gentiles (así llamaban a los que no pertenecían a Israel)  

En la parábola de Jesús, los trabajadores se quejan porque se sienten tratados injustamente, porque otros, trabajando menos, recibieron el mismo pago. 

Muchos de nosotros podemos cometer el mismo error: no confiar en Dios, o dudar de su bondad o su justicia, al compararnos con los demás.

La comparación lleva al orgullo o a la envidia. Los trabajadores que habían estado desde temprano pensaron: “Si ellos reciben eso. Nosotros vamos a recibir más, porque merecemos más.”

No debes compararte con otros, tú eres único. Dios te hizo especial. No hay nadie como tú. Él te hizo en serio no en serie. Dentadura, huella digital, color de ojos, son tres cosas únicas en cada ser humano, para mostrarnos que cada uno es especial y único para Dios.

Al llegar al cielo no vas a rendir cuentas por el talento que no tenías. Ni por las oportunidades que no tuviste. Tendrás que rendir cuentas por cómo has vivido y lo que hiciste con lo que se te dio.

En esta parábola, en lugar de alegrarse por la generosidad del propietario (Dios) los trabajadores se resintieron.

Por eso cuando llegaron los que fueron contratados primero, comenzaron a murmurar contra el propietario: “¿Por qué a ellos? ¿Por qué no a mi?”

Miren la respuesta del dueño, que representa a Dios: “Amigo, no estoy cometiendo ninguna injusticia contigo. “…. ¿o te da envidia que yo sea generoso? ¡Toma lo que es tuyo y vete” Básicamente está diciendo “¡Supéralo!” 

¡Necesito ser agradecido por quien soy y por lo que tengo! No debo quejarme como lo hicieron los obreros. Se estaban quejando por lo que habian recibido los otros, sin valorar lo que ellos mismos habian recibido. A fin de cuentas, todo es un regalo de Dios.

Tengo que ser agradecido por lo que tengo. Tengo que ser agradecido por lo que soy, por cómo Dios me hizo. No, no tengo los talentos ni las oportunidades que otras personas tienen, y ellos no tienen lo que yo tengo.  Y si me concentro en mirar las oportunidades de tienen los demas no podre enfocarme en las oportunidades que yo tengo.

Cuando la vida te parezca injusta, confia en Dios y afirmate en su amor. Enfocate en Su plan único para tu vida. La vida para la cual has sido hecho.

Los obreros de las 6, 9, 12 y 15 hs, no preguntaron ¿Por qué a mí? Cuando fueron elegidos. Preguntaron ¿por que a ellos? Cuando los otros fueron bendecidos

La Envidia pregunta: ¿Por qué a ellos? Por qué ella tiene mejor salud que yo? Por qué tiene un trabajo y un esposo y yo no? 

La Gratitud pregunta: ¿Por qué a mi? ¿Por qué me has dado esto? ¿Por qué me has bendecido tanto? ¿Por qué me elegiste a mi? Eso es gratitud. 

¡Por eso, confía en Dios y enfócate en lo que el te ha dado!