[Serie ¿A quién alcanzarás?] A través del techo Muestra

No te apartes de tu misión, sigue adelante

Si eres cristiano y estás peleando la buena batalla, encontrarás obstáculos. Pero, por favor, no permitas que estos obstáculos te desvíen de tu misión. ¡Sigue moviéndote! Enfrenta los obstáculos con la expectativa anhelante de ver a Dios moverse en tu vida y en las vidas de aquellos que Él ha puesto en tu camino.

Piensa en los hombres que ayudaron a su amigo paralítico a encontrarse con Jesús. Considera los obstáculos que enfrentaron hasta que llegaron a Jesús:

• La gente: lo que pensarían y harían.

• Los sentimientos: miedo a las alturas, desánimo.

• El techo: una barrera física, una limitación.

A veces, los obstáculos pueden conducir a situaciones dolorosas. Las opiniones y palabras de algunas personas pueden ser hirientes. Es posible que estos amigos hayan tenido que soportar críticas, miradas sentenciosas y quién sabe, tal vez incluso pérdidas económicas. ¡No sabemos si se les pidió que arreglaran el techo después de hacer un agujero en él!

El miedo siempre es un factor paralizante. Podemos tener miedo a los hombres, miedo a lo que otras personas puedan pensar de nosotros o hacernos, si nos enfrentamos públicamente al desafío de hacer cosas "fuera de lo normal". Ser cristiano y predicar el evangelio no siempre es algo popular, especialmente en la cultura de hoy donde a la mayoría de las personas no les molestaría pasar tiempo contigo, pero podrían pedirte que mantengas tu fe como algo privado tan pronto como comiences a compartirla con ellos.

¿Cuántas veces has enfrentado el desánimo después de predicar el evangelio? Tal vez has compartido la buena noticia del evangelio con tus amigos y algunos de ellos se han reído de ti. Quizás tus amigos no creen en Dios y temes hablarles sobre tu experiencia porque no sientes que tienes suficiente preparación para enfrentar un debate con amigos ateos.

¿Qué tipo de obstáculos te detienen? ¿Qué obstáculos te han desviado de tu misión? ¿Qué te impide compartir el evangelio con tus seres queridos y amigos de una manera creativa y nueva? Vamos a superarlos; no permitamos que nada ni nadie nos impida compartir el amor de Cristo en nuestra generación. ¡Qué tu amor por Dios y por ellos sea mayor que cualquier obstáculo!

¡Sigue adelante! Recuerda que todos tienen una necesidad sentida. El hombre de la historia que hemos estado considerando estaba paralizado físicamente. Para Jesús, la salvación de su alma era mucho más importante que su necesidad física. Pero las necesidades sentidas pueden ser una oportunidad para que Dios muestre Su gloria. A veces, incluso el obstáculo puede convertirse en la forma que Dios usa para salvar la vida de alguien. ¡Atraviesa el techo en Su nombre!