[Serie ¿A quién alcanzarás?] A través del techo Muestra

La expectativa anhelante alimenta nuestra fe 

El desánimo es parte de la vida. Si estás vivo, tarde o temprano te enfrentarás con este "amigo no deseado". Desafortunadamente, algunos de nosotros lo encontramos con demasiada frecuencia. A veces, el desánimo aparece tan pronto como emprendemos un entusiasmante desafío nuevo. Es el villano que nadie quiere enfrentar pero que tarde o temprano todos encontramos.

¿Qué es lo que nos hace encontrarnos con este "amigo no deseado"? Los obstáculos. Estos pueden paralizarte o desafiarte a ver las cosas desde una perspectiva diferente. Déjame contarte la historia de un grupo de hombres que querían ayudar a su amigo paralítico. Habían escuchado que Jesús estaba visitando su pueblo y que el poder del Señor estaba con Él para sanar a los enfermos (Lucas 5:17). Al oír semejante noticia dijeron: "¡Esta es la oportunidad que nuestro amigo ha estado esperando para ser sanado! Debemos llevarlo a la casa donde Jesús está enseñando”. Así que lo llevaron para presentarlo delante de Jesús.

¿Puedes sentir su emoción? Su anhelante expectativa alimentó su fe. Llegaron tan pronto como pudieron, pero la emoción podría haberlos dejado bastante rápido. Su intención, poner a su amigo frente a Jesús para que pudiera sanarlo, fue inmediatamente frenada por un obstáculo. La casa estaba llena y no había forma de que pudieran hacer pasar con su amigo a través de la multitud en su camilla. Podrían haberse desanimado fácilmente, pero decidieron no hacerlo. ¿Cómo superaron el desánimo? Enfrentando el obstáculo.

La Biblia nos cuenta que cuando no pudieron encontrar una manera de llevar a su amigo frente a Jesús debido a la multitud, subieron al techo y lo bajaron, sobre su estera, por encima de la multitud, ¡justo en frente de Jesús! ¿Puedes creer su creatividad? Nada podría impedirles ayudar a su querido amigo.

¿Tienes un amigo que necesita desesperadamente un milagro? Estos hombres esperaban un milagro tan grande para su amigo que hicieron todo lo que estaba en su poder para llevarlo a los pies de Jesús. La parte emocionante es que Jesús no solo sanó a este hombre, sino que también perdonó sus pecados. Cuando confiamos en Jesús con anhelo, nos sorprende con una bendición que supera nuestra imaginación.

¿Te encuentras con una baja expectativa respecto a lo que Dios puede hacer por ti, tus amigos y tu familia? ¿Cuánto confías en Él? Mantente expectante, anhela que sucedan grandes cosas porque cuando te encuentras ante la presencia del Creador del universo; no puedes esperar menos que lo extraordinario.

 Dios quiere que tengamos una expectativa anhelante este año. ¡A Dios le encantaría vernos confiar en Él y esperar que nos sorprenda con lo que puede hacer por nuestros amados amigos y por nosotros! ¡Espera expectante! Eleva tu petición ante Su presencia y espera a que Él actúe, pero hazlo con esperanza.