Venciendo el temor.Muestra

 Venciendo el temor.

Cuando nuestra confianza está en Dios, cuando Cristo es nuestro intercesor y el Espíritu Santo ha sido derramado en nuestras vidas podemos comenzar a caminar confiadamente. El Espíritu de Dios es un espíritu de poder; ese poder sobrenatural que levanta muertos, que es capaz de callar la tempestad; de hacer sanidades, milagros y prodigios, ese mismo poder que estuvo presente en la creación del mundo y que es parte de la Trinidad; ese es el poder que habita hoy en nosotros.

Es interesante el hecho de que muchas personas aseguran que su confianza está en Dios pero en la prueba se vuelven a otras cosas; es difícil de verdad si no se ha tenido ese encuentro personal con Cristo seguir adelante y por eso es necesario buscar la presencia de Dios cada día a través de su Hijo; recordemos que la Palabra es enfática cuando nos dice en Hechos 4:12 (RVR1960) “12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” También nos dice en 1 Timoteo 2:5 (RVR1960) “5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,”; en fin, la Palabra nos dice en reiteradas oportunidades que debemos creer en Cristo Jesús y así podemos estar firmes en este mundo.

Amado amigo, amada amiga; este día es el día de comenzar a dejar el temor; depende de nosotros lograrlo porque entre más nos alimentemos con la Palabra de Dios mayor será nuestra fortaleza; entre más la escudriñemos más vamos a conocer los planes y propósitos de Dios y vamos a tener mayor confianza en sus obras; comenzaremos a orar más conforme a la voluntad del Padre y veremos como nuestra vida comienza a cambiar.

En estos días que posiblemente tienes tiempo disponible, comienza a leer la Palabra y verás como tu fe se fortalece cada vez más; oremos: amado Padre, gracias porque nos das la herramienta para vencer el temor, gracias por tu Palabra que es viva y eficaz, más cortante que espada de dos filos, que es capaz de entrar hasta lo más profundo de nuestro ser y romper todo lo malo que habita en nosotros; en el nombre de Jesucristo te pedimos que nos la reveles y que en nuestra vida haya un cambio radical; que comencemos a creerte a ti más que a las circunstancias que nos rodean; has en nuestra vida lo que tengas que hacer; nos ponemos en tus poderosas, sabias y amorosas manos, amén.