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¿Qué es la oración?

La oración es hablar con Dios y disfrutar de la comunión con Él. Por la fe, cuando oramos, llegamos al Padre a través del Hijo por el Espíritu Santo.

La oración puede ser algo muy extraño, especialmente las primeras veces que se hace. ¿Debes hacerlo solo, en grupo, o ambos? ¿Debes orar en silencio o en voz alta? ¿Qué pasa con la oración en lenguas? ¿Es mejor utilizar oraciones ya escritas? ¿Cuánto tiempo deben durar las oraciones? ¿Hay que cerrar los ojos? ¿Está bien abrirlos a veces? ¿Debes orar principalmente por ti mismo o por los demás? ¿Debes orar al Padre, al Hijo o al Espíritu Santo?

Lo más importante es comprender qué es la oración. La oración es comunión con Dios. La oración es hablar con Dios. La oración es la forma de crecer en nuestra relación con Dios. Por supuesto, las primeras veces que lo hagas, puede que te sientas incómodo o raro. Puede que te sientas como si estuvieras hablando con el techo, o simplemente diciendo palabras al aire. Pero cuanto más hables con Dios, más le oigas responder a través de su palabra, y cuanto más crezcas en tu relación con Dios, más natural te parecerá. 

Parte del disfrute de la comunión con Dios en la oración es que te haces más consciente de que la oración es un diálogo. No se trata sólo de decirle cosas a Dios, o de pedirle que te arregle las cosas, o de hablar de lo que quieres. Estás teniendo una conversación, un dar y recibir. Y Dios está moldeando tu corazón para que sea como el suyo.

Y cuando crezcas en la oración, cuando Dios empiece a transformar tu corazón, no estarás tan atrapado en la logística de todo ello. Tendrá sentido y será tan natural como hablar con tu mejor amigo.

Tómate un tiempo hoy para orar de una manera que no hayas hecho antes. Quizás orar una sección de la Biblia o escribir tu oración. Celebra la oportunidad de llegar a hablar con él y la creatividad y majestuosidad de Dios.