Pascua: Si la tumba pudiera hablarEjemplo

Estarás solo para siempre 

Cuando pienso en la hora de mi muerte, son dos cosas las que más me aterran: lo desconocido y encontrarme solo. Desde niños, a la mayoría de nosotros nos disgustaba estar solos. Crecí en una familia numerosa con tres hermanas y un hermano. Yo soy el más pequeño. No me juzguen. Me encantaba estar con mis hermanas, pero de niño no me gustaba entrar a mi habitación por la noche porque no quería estar solo. Hasta hoy, mis propios hijos intentan convencerme de que los deje dormir en nuestra cama porque no quieren estar solos. Inclusive a medida que envejecemos, tenemos temor de estar solos, ¿no es cierto? ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste solo? ¿Y la última vez que sentiste que a nadie le importabas? ¿Y la última vez que pasó un cumpleaños o una celebración y ni siquiera recibiste una llamada telefónica o un mensaje de texto? ¡Qué sentimiento tan horrible! Si la tumba pudiera hablar diría: “estarás solo para siempre”.

Pero, sin embargo, ahí está Jesús, el hombre que venció la tumba. El Salvador del mundo, quien prometió jamás dejarnos ni abandonarnos. Se ha comprometido a estar a nuestro lado para siempre. Cuando eliges seguir a Jesús, te unes a un amigo de por vida; Él estará a tu lado para siempre, incluso después de la muerte. Jesús peleará por ti. Jesús te sostendrá. Jesús tiene una promesa exclusiva para ti y para mí mientras transitamos por nuestra vida. Su tumba dice: “¡Nunca más tendrás que estar solo!”

ORA: “Jesús, te necesito ahora más que nunca. Quiero sentir tu presencia en mí y alrededor de mi. Sostenme a través de los tiempos difíciles. Gracias por estar a mi lado para siempre”.