[Serie Una sola carne] Oración en una sola carne Muestra

Oremos para ser aptos

«Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén», (Hebreos 13:20-21).

¿Para qué necesitamos ser aptos? La oración del autor de Hebreos, es para ser aptos para toda obra buena para hacer la voluntad de Dios. Si entendemos que debemos hacer la voluntad de Dios, nuestras vidas van a ser totalmente transformadas, pues Dios no se equivoca. Aunque vengan dificultades y tengamos tiempos duros, que aún allí se vean las obras buenas de la voluntad de Dios. No porque vienen dificultades, Dios no está en el asunto. Las persecuciones, enfermedades, quiebras, angustias, guerra y destrucción por desastres naturales, pueden ser el mejor momento para que se vea Cristo en nosotros.

Sucedió cuando Pablo y Silas estuvieron en la cárcel, cantaban himnos a Dios, no renegaron ni reclamaron a Dios. Ellos vieron más allá, vieron lo espiritual por sobre lo temporal. En consecuencia, varias personas escucharon de Cristo y quisieron ser salvos. 

Cuando oramos para ser aptos, las obras buenas fluyen en el matrimonio. Para un hijo de Dios es natural la expresión de una sola carne con su cónyuge, nada los puede separar cuando la voluntad de Dios se realiza en nuestra vida.

Cuando crecemos en el conocimiento de Cristo, entonces la unión de una sola carne toma sentido. Glorificamos a Cristo con nuestros pensamientos, palabra y hechos. Su nombre es alabado por cuanto es evidente a los demás que se trata de él en nosotros, y su voluntad expresándose en todo tiempo. 

Reflexionemos

¿Somos aptos para toda obra buena? ¿Es real en nuestras vidas la voluntad de Dios? ¿Entendemos que la voluntad de Dios es agradable y perfecta?

Oramos para que sean iluminados en el entendimiento de Cristo. Que cada día abunden en sabiduría e inteligencia espiritual que se manifieste en buenas obras hacia tu cónyuge, en unidad de una sola carne. Para que su vida matrimonial agrade a Dios y puedan crecer juntos en el conocimiento de Cristo. 

Te invitamos a seguir con esta serie «Una sola carne», para seguir creciendo en tu matrimonio, busca el siguiente plan devocional «El acuerdo en pareja».