30 días de salud emocionalMuestra

Hoy mi lista de tareas se sentía abrumadora. Entre mi trabajo, una reunión de comité, una sesión de planificación de ministerio y una fiebre con que luchaba mi esposo durante esos días, quise meterme en un agujero para esconderme. Leí mi Biblia y oré, y me estaba apurando para comenzar a atacar mis tareas, mientras me preguntaba cómo podría hacerlo todo.

Estaba solo a unas millas de casa cuando me recordé de las palabras de Mateo 11:28. Respire hondo mientras reducí la velocidad al frente de un semáforo y oré: “Jesús, vengo donde ti. Por favor, dame descanso."

El descanso que Jesús ofreció en Mateo 11:28 es nuestro para que lo tomemos. Solo tenemos que confiar en Él, y Él nos dará paz que es mucho más que un alivio de nuestros itinerarios sobrecargados y agobiados.

¿Puedes imaginarte a una mujer con carga tras carga apilada sobre ella? Ella siente el peso de su lista de tareas, pero también las expectativas de otros junto con sus propias preocupaciones, desgracia y vergüenza.

Tal vez has sido esa persona. Tal vez te sientas así ahora.

Jesús no ofrece una respuesta simple; Él es la respuesta.

Él promete tomar nuestras cargas- nuestras luchas por debajo de lo que no debíamos cargar- y las reemplaza con facilidad. Nuestros itinerarios no se borran de inmediato y las tareas permanecerán, pero podemos enfrentarlos con Su fuerza, ​​no con la nuestra.

Gracias, Jesús, por ofrecer descanso para nuestras almas cansadas. Hoy, por favor, ayúdanos a no apresurarnos en nuestros caminos llenos de estrés, sino a vivir en tu paz perfecta.

~ Dawn Tolbert