En mi opiniónMuestra

Todos tenemos personas en nuestras vidas que son difíciles de amar. Tal vez sea ese chico que habla demasiado o esa chica que tiene todas las respuestas en clase o ese chico del equipo que se cree el mejor. Tratar con personas así no siempre es fácil. Nuestra respuesta suele ser evitarlos o, peor aún, ser poco amables con ellos, pero Dios nos llama a un camino diferente. No importa lo que sintamos por ellos, lo que sepamos acerca de ellos o lo que asumamos sobre ellos, Dios nos llama a amar a todas las personas. ¿Hay alguna persona en tu vida a la que te cueste tratar? Esta semana haz un esfuerzo por amarla siendo amable cuando te la encuentres.